El edificio propuesto por Spaceworkers está concebido como un «habitante silencioso» de Lousada y sigue el principio «la forma sigue a la función», ofreciendo a los pasajeros una zona de espera, embarque y desembarque protegida, sin interferir con la red vial circundante. Para ello, la estructura se apoya en un único lado, reduce su huella y libera el resto del espacio. La cubierta, el elemento visualmente más dominante, fue cuidadosamente proyectada con aproximadamente un 35 % de su superficie en vidrio, para garantizar su transparencia y su sensación de permeabilidad urbana.
El programa interno del volumen que soporta la cubierta se divide en tres áreas funcionales: una zona de espera de aproximadamente 30 m², un espacio de almacenamiento y un aseo público con sistema automático de autolimpieza. A través de su volumen y diseño, el edificio busca aportar un carácter renovado y contemporáneo al área, consolidándose como un hito clave dentro de Lousada.
Intermodal Hub of Lousada by Spaceworkers. Photograph by Fernando Guerra | FG+SG.
Descripción del proyecto por Spaceworkers
La intervención prevista se ubica en la zona norte de Lousada, un área en crecimiento donde se proyectan nuevos conjuntos residenciales, espacios culturales y una red vial ampliada para integrarse con la infraestructura existente. Este sitio tiene una fuerte dinámica cultural, impulsada por la presencia del Conservatorio de Música y, más recientemente, por la apertura del Centro de Interpretación del Románico. Este nuevo polo cultural ha contribuido a la revitalización de la zona y a la expansión norte de Lousada, reforzando su identidad como distrito cultural clave.
A partir de la presencia de este hito cultural y de la futura Plaza del Románico —que se desarrollará detrás del Centro de Interpretación del Románico—, esta ubicación se perfila como el lugar ideal para albergar el nuevo centro intermodal de transporte de la ciudad. El objetivo es mejorar la movilidad urbana preservando al mismo tiempo el carácter pacífico y auténtico de Lousada.
El edificio propuesto está concebido como un «habitante silencioso» de Lousada —no para pasar desapercibido, sino para asegurar que su presencia no altere la movilidad de la ciudad, tanto peatonal como vehicular—. Está estratégicamente ubicado: cercano al centro pero sin invadirlo, y próximo a las vías principales que conectan Lousada con los municipios vecinos, evitando así que el tráfico de autobuses congestione el núcleo histórico. Este nuevo eje, potenciado por el centro de transporte, se convertirá sin duda en un hito relevante en Lousada, facilitando el flujo del transporte público y reforzando la conexión con los municipios circundantes, aumentando así la competitividad regional de la ciudad.
La estructura propuesta sigue el principio de «la forma sigue a la función», dando una respuesta clara y eficaz a su propósito: ofrecer a los pasajeros una zona de espera protegida y permitir el embarque y desembarque sin interferir con la red vial circundante. A pesar de su tamaño, el diseño busca minimizar su impacto, preservando la dinámica urbana y manteniendo la conectividad peatonal entre las distintas calles que convergen en este nuevo nodo urbano.
Para lograr esto, la estructura se apoya en un único punto de contacto con el suelo, reduciendo su huella y liberando el resto del espacio tanto física como visualmente. La cubierta, el elemento visualmente más dominante, fue cuidadosamente proyectada con aproximadamente un 35 % de su superficie en vidrio, lo que garantiza transparencia y, por tanto, la deseada sensación de permeabilidad urbana.
El programa interno del volumen que sostiene el techo se divide en tres áreas funcionales esenciales: una zona de espera, un espacio de almacenamiento y servicios sanitarios. La zona de espera, de aproximadamente 30 m², cuenta con bancos de aluminio para mayor comodidad, así como pantallas instaladas en las paredes que muestran información relevante para los viajeros. Desde este espacio se accede directamente a un área de almacenamiento restringida y a un baño público con sistema automático de autolimpieza.
La propuesta se limita a lo esencial, centrándose en los espacios funcionales necesarios para el funcionamiento del centro intermodal, pero incorporando una propuesta arquitectónica que enriquece el entorno. A través de su volumen y diseño, el edificio busca aportar un carácter renovado y contemporáneo al área, consolidándose como un hito clave dentro de Lousada.
