Torre One 57 por Atelier Christian de Portzamparc

Descripción del proyecto por Atelier Christian de Portzamparc

En 2005, Gary Barnett, presidente de Extell, encargó a Christian de Portzamparc diseñar varias torres en la calle 57. La seña de identidad del edificio, surgida ya en el estudio inicial de diseño, fue su movimiento alzandose, con su parte más alta abriendose hacia el inmenso cielo abierto de Central Park.

Extell pronto recibió diferentes opciones de adquisición de parcelas, sin embargo, y después de tres años de esquemas de diseño de pruebas y decenas de estudios de maquetas para diferentes configuraciones de parcelas, volúmenes y alturas de hasta casi 400 metros hasta octubre de 2007, la torre finalmente entró en la construcción en 2009, justo después de la salida de la primera crisis económica. En lugar de abandonar sus planes para el sitio, Gary Barnet rápidamente les volvió a re-lanzar.

A la luz de sus proyectos anteriores, el arquitecto fue rápidamente capaz de llegar a una solución definitiva durante la crisis económica, para construir la torre residencial más alta de Nueva York. Situada en una parcela con forma de L, el programa incluye el Park Hyatt Hotel, y en las plantas superiores, impresionantes apartamentos con vistas a Central Park. A continuación, el diseño interior fue confiado a Thomas Juul-Hansen, cubriendo así todos los aspectos del proyecto.

Las parcelas finalmente adquiridas por el promotor formaron una «L». Christian de Portzamparc recurrió a esta complejidad para proporcionar empuje a su diseño. El resultado refleja las necesidades estructurales de una torre notablemente alargada, los reglamentos de alineación de la ciudad y los derechos específicos del aire de esta parcela.

La torre se vuelve hacia el Central Park como tributo. La fachada sur se estructura en bandas verticales de vidrio en dos colores contrastados. Apareciendo lo mismo desde el interior, para expresar la energía de una cascada en el paisaje vertical de Nueva York, la vinculación de cada unidad de volumen se realiza a través de superficies de transición curvadas. Las fachadas este y oeste que se asemejan a la estética aleatoria de los proyectos de Le Monde y Nantes, con su pixelación al modo de Gustave Klimt que fluctúa con la exposición al constante cambio de luz.