El 19 de junio se inauguró la exposición "Léxico Italiano, historias y rostros de nuestro país", cuyo proyecto museográfico ha sido realizado por Benedetta Tagliabue y su estudio de arquitectura Miralles Tagliabue EMBT.

La muestra representa la identidad italiana y sus valores característicos a través de una colección de proyecciones, textos, objetos y obras que buscan y articulan la historia y el sentimiento común de los italianos, ya existente antes de la unidad política del país.

La muestra forma parte del nuevo planteamiento museístico del Vittoriano, célebre monumento romano dedicado a Vittorio Emanuele II, abierto en 1911 para celebrar los primeros cincuenta años de la unidad italiana.

El programa suma nuevos espacios para exposiciones permanentes y temporales al conjunto museológico actual, formado por el Museo Centrale del Risorgimento, el Monumento a la Bandera y la Tumba del Soldado Desconocido.
 
El proyecto de Benedetta Tagliabue sirve de soporte a la nueva exposición permanente ubicada en las antiguas Gallerie Sacconi. Se ha planteado como un viaje ideal por la península itálica a través de lugares simbólicos que caracterizan la italianidad. La arquitecta ha proyectado una serie de estructuras en forma de arcos, bóvedas y exedras que retoman el lenguaje clásico de la arquitectura del país, y guían al visitante a lo largo de la muestra.

El itinerario se divide en siete secciones que hablan de los rasgos de identidad nacional, del idioma italiano, del sistema democrático moderno, de la defensa de la paz y de la patria, de los derechos y deberes de los italianos, del trabajo, de los individuos y de las comunidades que forman el país. El nuevo proyecto expositivo del Vittoriano se acompaña de una app digital gratuita, también presentada durante la inauguración, diseñada para promover el conocimiento del complejo museístico y difundir el contenido de sus exposiciones y actividades.
 

Descripción del proyecto por Benedetta Tagliabue

Un día, en mi sueño, me aparecieron las figuras de los frisos del Vittoriano. Con sus colores, sus formas, sus alturas monumentales... De alguna manera entendí que aquello era un deseo de Italia; Italia que trataba de representar su espíritu y encontrarlo.

Ese espíritu me parecía ahora claro incluso sin palabras... era un sentimiento, una forma de ser, un intento... bonito, fuerte y lo conocía. Mientras dormía, sonreí y mi hermana presente me preguntó “¿estás feliz?” y yo respondí “sí”.

Fue más tarde cuando me invitaron a diseñar, junto con Edith Gabrielli y un equipo de expertos, artistas y creativos, el primer fragmento del futuro “Museo de la identidad italiana”, en el Vittoriano.

Me pareció estar de alguna manera preparada, a pesar de no poder recordar nada específico sobre aquel sueño… solo un espíritu.

Pero en mi estudio de arquitectura, rodeada de maravillosos colaboradores, los espíritus se transforman en dibujos: plantas, alzados, collages... Estamos acostumbrados a hacer realidad los sentimientos, a hacer que los deseos, los anhelos y las necesidades se construyan… siempre trabajamos dando forma a un espíritu y concretándolo.

Y así, sin miedo, comenzamos a combinar materiales, a cortarlos, a reposicionarlos. Identidad italiana... representaciones de los restos del foro romano aparecieron sobre nuestras mesas, aquellos que aún existen bajo los cimientos del Vittoriano. La antigua Roma, una base poderosa de la identidad itálica.

Una arquitectura bien construida, que ha transmitido fragmentos de la antigüedad para, más tarde, ser copiada y reproducida por tantos arquitectos, pintores y artistas a lo largo de los siglos.

Esa antigüedad a la que se refieren los arquitectos del Renacimiento, los mismos que aún hoy, consiguen marcar los perfiles de las ciudades italianas con altas cúpulas reconocibles...

Este mundo de referencias italianas invadió nuestras mesas y nuestras pantallas de ordenador y se transformarón en collages, y de collages en líneas, y las finas líneas de nuestros dibujos comenzaron a confundirse con las finas líneas de plantas y secciones del gigantesco Vittoriano...

Parte de la magia de la arquitectura es que todo se puede representar en líneas finas: piedras gigantes, puntos de luz, vigas de madera u objetos pequeños se unifican en la representación gráfica arquitectónica: plantas, secciones, alzados.

Así, las líneas de los arcos y exedras romanos, renacentistas, románticos, neoclásicos se han superpuesto a las líneas de las Gallerie Sacconi, en la planta baja del Vittoriano.

Los muros y espacios originales del Vittoriano, recientemente restaurados con atención, serán siempre perceptibles más allá de las estructuras expositivas, que recuerdan fragmentos efímeros o una de esas escenografías de madera que glorificaban las ciudades italianas durante la entrada de los reyes o embajadores.

Fragmentos de arcos y exedras conducen al visitante entre los espacios en un lúdico laberinto, un laberinto donde no hay opción a equivocarse, pues una indicación invisible hace de guía. Éstos funcionan de soporte de la historia que se narra aquí. A veces uno se encuentra dentro de la exedra, a veces afuera, emulando entradas y salidas de espacios que en una época antigua habían sido completos. Las líneas del laberinto van gradualmente adquiriendo materialidad: la madera, que en época romana se utilizaba como base de cimbras que servían a la construcción de arcos de ladrillo, es el protagonista de estas nuevas estructuras museográficas. Y el metal, que engalana Italia y el Vittoriano en forma de estatuas, aportar longevidad a las superficies de las estructuras de madera...

Madera y metal transmiten una doble idea de provisionalidad, en un intento de no interferir con la materialidad del Vittoriano, y al mismo tiempo de durabilidad y antigüedad, como las construcciones abovedadas, los arcos y las exedras que los antiguos romanos conocían tan bien.

Las cimbras temporales útiles en la construcción de arcos y bóvedas romanas se transforman en esta ocasión en estructuras de soporte para la instalación de proyectores, audio, luces y cableado. La superficie metálica que cubre todas las estructuras es el único material que hace de fondo de las proyecciones de videos, imágenes, contenido gráfico y objetos. Las figuras de los frisos que adornan el Vittoriano se retoman, de forma más abstracta para no captar demasiada atención, y se superponen a estas superficies. Ayudan a guiar al visitante y hacen reconocibles los caminos y la información.

Esta exposición es solo el primer fragmento de un museo que continuará creciendo en el tiempo, llenando gradualmente las salas del Vittoriano, como si desde la fortaleza de la antigüedad romana creciera el espíritu de lo italiano.

Este proyecto no habría sido posible sin el equipo de arquitectos de nuestro estudio, que han dedicado largas horas, también nocturnas… la fantástica directora de proyecto Nazaret Busto Rodríguez, y el equipo de diseño compuesto por Julia de Ory Mallavia, Daniel Hernán García, Riccardo Radica y muchos otros a quienes dirijo mis agradecimientos. Todos durmiendo poco, pero felices de llevar este proyecto a la realidad.

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Arquitectos
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Principal.- Benedetta Tagliabue, Nazaret Busto Rodríguez. Arquitecto local.- Riccardo Radica.
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Equipo de diseño
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Julia de Ory Mallavia, Daniel Hernán García.
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Colaboradores
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Camilla Persi, Gabriele Rotelli, Arturo Mc Clean, Ivan Simotti, Giuseppe D’Ascoli, Sebastiano Losi, Aylin Gürel.
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Benedetta Tagliabue, nació en Milán (24 de junio de 1963) y se graduó en la Universidad de Venecia en 1989. En 1991 se unió al estudio de Enric Miralles, donde se convirtió en socia. Su trabajo con Miralles, con quien se casó, incluye una serie de edificios de alto perfil y proyectos en Barcelona: Parque de Diagonal Mar (1997-2002), Sede de Gas Natural (1999-2006) y el Mercado y el barrio de Santa Caterina (1996-2005 ), así como proyectos en toda Europa, incluyendo la Escuela de Música de Hamburgo (1997-2000) y el Ayuntamiento de Utrecht (1996-2000).En 1998, la asociación ganó el concurso para diseñar el nuevo edificio del Parlamento escocés, y a pesar de la muerte prematura de Miralles en el año 2000, Tagliabue tomó el liderazgo del equipo como Director del Proyecto y el Parlamento se completó con éxito en 2004, ganando varios premios.

Ganó el concurso para el nuevo diseño de Hafencity Harbor en Hamburgo, Alemania, para una estación de metro en Nápoles y para el Pabellón Español de la Expo de Shanghai 2010, entre otros.

Hoy, bajo la direcciónde Benedetta Tagliabue los trabajos de estudio Miralles-Tagliabue EMBT, con proyectos arquitectónicos, espacios abiertos, el urbanismo, la rehabilitación y exposiciones, trata de conservar el espíritu de los estudios españoles e italianos en su tradición artesanal de la arquitectura propugnando la colaboración en lugar de la especialización.

Su filosofía arquitectónica está dedicando especial atención al contexto.

Benedetta ha escrito para varias revistas de arquitectura y ha enseñado, entre otros lugares, la Universidad de Arquitectura ETSAB en Barcelona. Ha dado conferencias en muchos foros internacionales de arquitectura como, por ejemplo, el RIBA, la Asociación de Arquitectura y la Escuela Bartlett en Londres, el Instituto Berlage en Amsterdam, y en EE.UU., China y América del Sur.

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Publicado en: 14 de Julio de 2019
Cita: "Visiones e historias de Italia en el Vittoriano de Roma por Benedetta Tagliabue" METALOCUS. Accedido el
<http://www.metalocus.es/es/noticias/visiones-e-historias-de-italia-en-el-vittoriano-de-roma-por-benedetta-tagliabue> ISSN 1139-6415
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