46 viviendas sociales en Madrid por Estudio UNTERCIO

Memoria del proyecto Estudio UNTERCIO

Una Historia de Vecinos.- Imaginamos, entre todos, una vivienda en la que nos gustara vivir, luminosa y exhibicionista para quedar con los amigos, decían unos, íntima y en penumbra, los más remolones. Una vivienda con personalidad múltiple y consciente de los cambios de estación. Una vivienda que nos permite abrirnos a dos hábitats diferentes; el de la calle, enmarcado en un nuevo desarrollo urbano pero cerca de la vida de villa de Vallecas, y el del patio de manzana acotado y seguro.

Urbanamente, el "cuartillo" de manzana se fragmenta y unas piezas se deslizan sobre otras multiplicando las fachadas y desdibujando la imagen que el planeamiento tenía para ese solar. La calle está presente dentro del patio, a través de las aperturas en la planta baja y el edificio ajusta su escala y su imagen al caserío de la antigua villa de Vallecas, a la que se enfrenta.

Consecuencia de estas premisas es una vivienda pasante con un espacio para la intimidad y otro para la vida social, un espacio estático y otro cambiante. El espacio de relación, se convierte en un espacio al aire libre cuando el tiempo lo sugiere o cerrado cuando hace frío, mediante una carpintería sin montante en la esquina. De este modo no perdemos metros cuadrados en invierno y disfrutamos en verano de una terraza de las dimensiones de un salón...

Especificidad urbana.- «Imaginamos una ciudad donde los niños y los abuelos pueden ir a comprar a pie a la tienda de las esquina, y que sea una oportunidad para participar en la vida del barrio. Dónde el coche está presente, pero no domina la vida urbana.»

Situado en el límite entre el nuevo Ensanche y la agitada Villa de Vallecas, el edificio dialoga con ambas realidades y formas de vida.

En un proceso de adaptación del PAU a la Villa el volumen de planeamiento se fragmenta y disloca en cuerpos diferenciados: íntimos, expuestos y públicos.

Racionalidad organizativa.- «Imaginamos una vivienda en la que nos gustara vivir; luminosa y exhibicionista para quedar con los amigos, decían unos, íntima y en penumbra, decían otros. Una vivienda amplia dónde el espacio común fuera el protagonista. Un estar que fuera una terraza cuando el clima es apropiado.»

Cuatro núcleos abiertos organizan 9 viviendas pasantes por planta macladas en bandas íntimas y expuestas.

El proyecto de la planta tipo alterna viviendas de 1, 2 y 3 dormitorios según los porcentajes exigidos por la EMVS y superficies construidas de vivienda de 45-60-75 m² respectivamente.

Socialización vecinal.- «Imaginamos un edificio dónde las relaciones vecinales floreciesen a partir de encuentros casuales propiciados por la arquitectura. Un patio dónde jugar, una escalera dónde enamorarse y un estar desde el que exhibirse. Un edificio reversible cuyas fachadas a la calle no difieren sustancialmente de las fachadas a patio; espacio de gestión privada pero con vocación de pertenecer a la gran secuencia de espacios públicos que constituyen la ciudad.»

Los espacios comunes abiertos multiplican las posibilidades de encuentros casuales entre los vecinos, primer paso para la socialización. El patio como corazón donde uno se deja ver y ventana indiscreta desde la que observar la vida vecinal.

Patio, escaleras abiertas y salones esquinados constituyen tres grados de espacios comunitarios de creciente privacidad, comunicados visualmente.

Eficacia programática, Multiplicación espacial.

Salón de invierno, terraza en verano. La esquina abierta del estar-terraza amplia el escaso espacio de la vivienda protegida hacia el horizonte.

La unidad de vivienda maximiza el espacio de relación doméstico al vincular visual y programáticamente estar y cocina. La cocina forma parte del salón convirtiendo un espacio especializado y tradicionalmente segregado en un espacio "noble" donde poder incluso recibir y charlar con nuestros amigos mientras cocinamos.

Eficiencia energética.- Técnicas pasivas como la ventilación cruzada y el aislamiento exterior mejoran las condiciones de confort y ahorro en las viviendas. Es en las viviendas sociales donde es más necesario, si cabe, reducir los gastos de mantenimiento.

Todas las viviendas son pasantes y cuentan con un dispositivo al que llamamos shunt luminoso. Este pequeño patio, además de meter luz a la crujía interior de la vivienda, permite mejorar la ventilación cruzada al añadirse a ésta el efecto chimenea. Rápidamente el aire viciado por la calefacción se renueva y se disipan en verano las ganancias de calor.

El aislante (EPS y lana de roca) al exterior maximiza la inercia térmica y garantiza la ausencia de puentes térmicos donde se producían tradicionalmente la mayoría de las pérdidas energéticas.

Las grandes superficies acristaladas del entorno de los salones en sus orientaciones a sur, este y oeste tienen un tratamiento en el vidrio que reduce las ganancias por radiación directa solar.

Conceptualmente la vivienda está dividida en dos partes: Se accede por una pieza más cerrada y con mayor inercia térmica que comprende la zona de dormitorios, baños y cocina. Para conseguir más inercia aún, y por tanto, un mayor ahorro de energía se llevan los armarios, en la zona de dormitorios, a la fachada.