De la mano de las autoras Leonor Martín Taibo y Lidia San José Segura, esta obra conecta, a través de cinco capítulos divididos en tipologías edificatorias, la historia arquitectónica con la vida cotidiana, invitando a los lectores a reflexionar sobre cómo los lugares no solo moldean nuestras experiencias y memorias, sino que también reflejan las desigualdades, desvelando diferentes ideas, tensiones sociales, elecciones estéticas y voluntades humanas.
El libro recorre desde las humildes viviendas de las clases populares hasta los grandiosos teatros de la élite, desde los hospitales hasta los grandes mausoleos, siendo cada uno de ellos un ejemplo que nos habla de un periodo histórico concreto y de los profundos cambios que las sociedades hemos ido experimentando a lo largo del tiempo.
«Un edificio tiene dos vidas. La que imagina su creador y la vida que tiene. Y no siempre son iguales».
Rem Koolhaas.
En cada uno de los cinco capítulos de Los lugares invisibles, se presentan al lector ejemplos de diferentes tipologías arquitectónicas —doméstica, sanitaria, educativa, escénica o teatral, y funeraria— donde, junto con las historias de los lugares y los relatos que se esconden detrás de ellos, se pueden encontrar imágenes que muestran cómo la historia y la memoria se entrelazan.
El libro es una invitación constante a mirar el espacio de otra manera, a adentrarse en las capas más profundas de la historia que configuran nuestra realidad. Con ello, las autoras esperan despertar, en una población curiosa y amante de la historia, el interés por la arquitectura y por lo que esta nos cuenta, entendiendo lo construido como testimonio de las aspiraciones, temores y valores que han dado forma a nuestros espacios domésticos y a nuestras ciudades.
«No hay peor agonía que llevar con nosotros una historia que no haya sido contada».
Maya Angelou.
Desvelando las ideas y las luchas de poder que encierran fachadas, formas y materiales, además de la delicadeza, dedicación y la pasión por otra parte, en Los lugares invisibles se invita a descubrir la imagen que refleja cada época, donde los edificios van más allá de las decisiones estéticas y de lo físico para convertirse en testigos de un proceso continuo de transformación social y cultural que puede reflejar hermandad y a la vez lucha.
Leonor Martín y Lidia San José abordan cuestiones fundamentales que constituyen desafíos contemporáneos reales que nos interpelan a todos e influyen en el contexto y los lugares que habitamos, que siguen determinando cómo vivimos, aprendemos, trabajamos, sanamos o incluso morimos.
«Probablemente no exista mayor logro humano que merecer amor al final».
Diario de invierno, Paul Auster.