
El conjunto planteado por SUMMARY se sitúa en una ladera con una pendiente pronunciada que obligó a disponer accesos diferenciados entre la fachada a la calle, donde se ubican los accesos principales, y la trasera, en la que, además de accesos y aparcamientos, se encuentran dos escaleras que permiten el uso de las terrazas de la primera planta. El conjunto, que inicialmente planteaba un diálogo más amable con la pendiente y su naturaleza, se ha ejecutado de una manera más áspera y espartana, quedando ausente ese diálogo con lo natural.
Samuel Gonçalves planteó la ejecución del proyecto con sistemas prefabricados de hormigón armado que facilitaron y redujeron los tiempos de construcción. Un sistema de muros prefabricados se dispone como estructura principal, colocados en paralelo y ofreciendo luces libres de 6,30 metros. Estos son arriostrados por otros dispuestos perpendicularmente, lo que hace que el material predominante sea el hormigón, aunque interiormente se ha utilizado un sistema de paneles ligeros en color blanco y verde para las compartimentaciones.

Casas G-5 por SUMMARY Architects. Fotografía por Alexander Bogorodskiy.
Descripción del proyecto por SUMMARY Architects
El proyecto se basa en la prefabricación total de hormigón armado. Todos los elementos constructivos: fachadas, cubiertas y tabiques interiores están conformados por paneles modulares. La tipificación de los elementos permitió agilizar y simplificar la construcción, a la vez que realzó la imagen del edificio.
En total, el proyecto alberga cinco viviendas: tres de dos plantas y dos de una sola. En la planta baja, las viviendas presentan una planta rectangular y regular, cada una con dos frentes libres. En la planta superior, se ubican tres cajas independientes, dispuestas irregularmente sobre la gran losa de cubierta de la planta baja. El espacio libre entre ellas está ocupado por terrazas, accesibles mediante un único tramo de escaleras desde la parte trasera del edificio, orientadas al este hacia la Serra da Freita.

Los paneles de muro prefabricados forman una luz libre de 6,30 m entre sí, constituyendo elementos portantes verticales sobre los que se apoyan las piezas de prelosa, conformando la cubierta de la planta baja. Esta losa actúa como un elemento de corte en la imagen del edificio: debajo, todos los módulos son de hormigón gris; encima, el hormigón está pigmentado en verde, separando visualmente las tres cajas de la base del edificio donde se asientan.
Cada vivienda cuenta con una entrada individual desde la calle, que conecta con un espacio exterior cubierto donde se ubica la puerta que da acceso a las zonas comunes. El acceso es lo más directo posible; se accede a la vivienda desde el salón, desde donde se organizan el resto de estancias y accesos, prescindiendo de atrios y minimizando las zonas de circulación.

La compartimentación interior se define mediante paneles prefabricados que actúan como arriostramientos de la estructura, evitando el uso de mampostería adicional. Por ello, el hormigón es también el elemento más común en el interior del edificio. Sin embargo, debido a la naturaleza específica de los moldes utilizados para producir estas piezas, cada una presenta dos caras diferentes: una lisa y otra rugosa. El proyecto se desarrolló con este objetivo en mente, procurando aprovechar al máximo las superficies lisas y disimular las rugosidades en las superficies ocultas por el equipamiento de cocina, los armarios o las baldosas cerámicas de los sanitarios.
Tanto la planta baja como la planta alta están orientadas al este y al oeste, lo que favorece la ventilación cruzada natural y una buena exposición solar, eliminando así la necesidad de aire acondicionado o ventilación mecánica.