- El pre-acto
En un pequeño salón de actos en la tercera planta de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, comenzó a las 18,30 h., con puntualidad prusiana, una rueda de prensa previa a la que había sido invitado.
Cuando entré, un minuto más tarde, Siza había comenzado ya una pequeña presentación donde estaba destacando la importancia de los dibujos en el proceso de construcción de los proyectos, “un instrumento maravilloso y rápido”. Agradeció tanto a Carlos como a Juan la realización “extraordinaria” del libro y sobre todo comentó, entre risas, que lo mejor era que a él no le había costado nada.
Tras una rápida presentación Siza comenzó respondiendo a Anatxu Zabalbeascoa explicando el porqué de la selección de solo 6 obras para el libro. Siza fue una a una explicando sus motivos: Boa Nova por ser su primera obra pública; las piscinas Leça de Palmeria por la importancia de su intervención en el paisaje; Da Malagueira por su importancia social, la facultad de arquitectura de Oporto por su relación docente; el CGAC de Santiago de Compostela por ser su primer museo y la Iglesia de Marco Canaveses por sus recuerdos personales.
Siza fue generoso en las explicaciones, estaba encantado y con ganas de hablar. Así que aproveché para preguntarle. Llevaba algunas preguntas preparadas, obviamente imposibles de formular todas en un tiempo tan corto así que opté por comentarlas en alto para que Zabalbeascoa, que sería la encargada de conducir la mesa redonda posterior, pudiese recoger alguna de ellas como ¿por qué no había elegido ninguna obra de los últimos veinte años? (Canaveses era la más reciente y se terminó en 1996).
Un rato antes había vuelto a escuchar a Siza cantando en un vídeo y opté por renunciar al resto de lo que llevaba preparado y preguntarle por algo menos obvio para el acto y a la vez creo que más natural para conocer al personaje:
- Acabo de volver a escucharle tarareando una canción de los Beatles “When I’m 64” en el vídeo de Fernando Guerra y me gustaría saber si ¿es usted un hombre feliz? y en ese sentido ¿qué influencia han tenido las mujeres en su arquitectura?
A medida que le formulaba la pregunta Siza se rió con complicidad. Sobre las mujeres fue parco aunque claro, “las mujeres obviamente, claro, han sido un factor importantísimo y una influencia en todos los aspectos de mi vida”, contestó Siza y en relación a la primera pregunta, la respuesta se basó en reconocer que no todo había sido fácil, que de 1500 proyectos tan solo se habían realizado unos 200 pero que había conseguido que con el tiempo se desdibujasen los malos momentos, que las cosas malas fuesen cayendo y que fuese quedando lo bueno.
Algunas preguntas más y nos trasladamos a la sala donde se realizó la mesa redonda. En el camino al ascensor una de esas preguntas que no había podido formular, al encontrarme con Juan Rodríguez: ¿porqué todas las fotos en blanco y negro?
¿Porqué no? respondió Juan y ¿porqué todos los dibujos cuidadosamente publicados en color? a lo que Juan respondió “Voy a ser sincero, en realidad porque es una técnica con la que me siento más cómodo y con el tiempo he ido controlando más y mejor”.
- Crónica de un acto
El acto, abarrotado de público y lleno de todo el boato que la institución otorga con sus instalaciones, comenzó con la presentación por parte de los autores de un agradecimiento. Posteriormente se levantaron y dio comienzo la mesa formada de izquierda a derecha por: David Cohn, Juhani Pallasma, Álvaro Siza, Javier Navarro, Rafael Moneo, Eduardo Souto de Moura y en el extremo derecho de la mesa Anatxu Zabalbeascoa.
Tengo que decir que la encargada de llevar la mesa no defraudó. Ya había oído hablar a Anatxu (obviamente ya conocía sus escritos en El País también desde hace años) en la presentación de un libro en la que coincidimos en Alicante como invitados.
- Anatxu comenzó el coloquio lanzando la pregunta que había quedado en el aire un rato antes en la rueda de prensa "porqué habían sido elegidos solo seis edificios, y ninguno del siglo XXI, y si consideraban los invitados que había algún otro edificio que ellos hubiesen incluido”.
Souto respondió que seguramente era porque Siza no disponía de suficiente distancia histórica. Moneo entendió la selección y recordó que él hubiese destacado el edificio de San Salvador de Bahía. Pallasma habló de la trayectoria de una obra completa, difícil de separar, y de su relación con Alvar Aalto. Cohn señaló que cualquier obra, pero que él la que más le había impresionado era la Quinta de San Ovidio.
- Anatxu, aprovechando que en esta primera ronda Pallasma se había preguntado qué es verdad, lo relanzó como pregunta general.
Souto destacó que la belleza no es la consecuencia de la verdad sino que la verdad aparece cuando la gente queda feliz. Moneo habló de la obra con continuidad de Siza frente a la fragmentación con que otros arquitectos presentan su trayectoria ajenos a un lenguaje común. Pallasma, respondió comentando que es la capacidad para imaginar lo que la gente siente y lo peligroso que es hablar de una verdad absoluta. En esta idea insistió Cohn aclarando que la verdad en realidad es la búsqueda de caminos con empatía, que la dimensión de la verdad es colectiva y está en constante negociación, y que la colectividad por tanto necesita constantemente de acuerdos para señalarla.
- Zabalbeascoa continuó preguntándose por qué la vivienda social sigue siendo una cuestión pendiente entre los arquitectos.
Souto, que durante toda la noche fue el más simpático y con un discurso más relajado y distendido, comentó la importancia de la casa y su permanencia tipológica desde hace siete mil años y cómo Siza en una ocasión le comentó "a los astronautas les gusta mucho volver a casa". Moneo también respondió comentando que los arquitectos deberían restringirse como definidores de formas de vida ante tal permanencia.
- La verdadera Anatxu apareció en la siguiente pregunta de manera natural y con mucha inteligencia, preguntó si "los arquitectos al proyectar pensaban en cómo se limpian los edificios".
En ese momento tomó la palabra Moneo y quiso cambiar el sentido de la pregunta centrándola en la vocación artística y plástica a la que se unía la racionalidad de Siza, y en cierto sentido eludiendo del debate temas tan prosaicos como la limpieza. Anatxu retomó de nuevo el debate comentando que dado que la pregunta anterior no había suscitado el suficiente interés continuaría hablando de cuestiones más elevadas y preguntó sobre la huella personal que los arquitectos pueden dejar en su obra.
La mesa continuó con diferentes intervenciones. Se le dio la palabra al público, que realizó varias preguntas. Siza respondió comentando que él era un arquitecto inseguro y eso es algo que él agradecía a la hora de proyectar y justificó que la realización de tantos dibujos en cada proyecto era un proceso para ir eliminando dudas.
Moneo tomó la palabra para cerrar el acto. Cuando parecía que el acto iba a acabar Anatxu vio que había tiempo para dar la palabra a otras dos nuevas intervenciones del público en las que una de ellas solicitó un consejo de Siza para los nuevos arquitectos a lo que éste respondió explicando que no podía darlo porque las condiciones de cuando él era joven y las actuales eran radicalmente diferentes. Aunque de manera genérica aconsejo que viajasen mucho, que viesen muchas obras y que conociesen gente. Anatxu entonces le pidió en nombre de la Fundación que terminase el acto comentando lo que quisiera y él respondió con un amable agradecimiento a todos los autores y colaboradores del libro.
Sizax Siza.
Autores.- Juan Rodríguez y Carlos Seoane. El libro también cuenta con textos de homenaje, realizados para el libro, por Eduardo Souto de Moura, Kenneth Frampton, Juhani Pallasma y David Cohn.
Editorial . Fundación Arquía.
Portada.- Cubierta blanda.
Páginas.- 418 pp. Cuatricomia.
Idioma.- Español.