Atelier Gaudin Virginie Brégal and Bruno Gaudin. Desde 1998, cuando Bruno Gaudin y Virginie Brégal fundaron Atelier Gaudin, el estudio ha estado trabajando en proyectos en una amplia gama de campos, desde el proyecto de estructuras de ingeniería hasta el diseño de mobiliario. Este amplísimo campo de preguntas cubre muy diferentes tipos de edificios en términos de sus programas y contextos, lo que lleva a la agencia a proponer proyectos en escalas que van desde proyectos urbanos -como es el caso actual de Clisson- hasta diseñar -las luminarias para el Metro de París, por ejemplo, o incluso diseño de mobiliario y escenografía...
Esta apertura es a la vez una oportunidad, para poder renovar constantemente la curiosidad, y una necesidad, para escapar de la especialización que esteriliza el deseo por la arquitectura. Cada tema y cada construcción pueden ser propicios para la invención, tanto desde el punto de vista espacial como de fabricación. Para el Atelier Gaudin, la invención no se entiende como la necesidad de hacerse visible, sino como el medio para dar una respuesta pertinente a las cuestiones planteadas o que se consideren imprescindibles. Por lo tanto, no es la imagen la que prima, sino la capacidad de una forma, una estructura, una implementación, una luz, para dar lugar a un lugar singular, un vacío hospitalario, un interior habitable. Este carácter, propio de cada edificio, toma su fuente y su fundamento de un contexto, en un edificio existente, un paisaje, un suelo... Es necesario, pues, saber leer y reconocer la existencia misma de lo que precede al intervención, con el fin de extraer la esencia y la sustancia necesaria para la pertinencia y adecuación del proyecto.
Un edificio o estructura nace así de la capacidad de deconstruir, analizar y descifrar, combinada con un interés por la materialidad y el arte de construir, así como una sensibilidad por las cosas del mundo.
Esta apertura es a la vez una oportunidad, para poder renovar constantemente la curiosidad, y una necesidad, para escapar de la especialización que esteriliza el deseo por la arquitectura. Cada tema y cada construcción pueden ser propicios para la invención, tanto desde el punto de vista espacial como de fabricación. Para el Atelier Gaudin, la invención no se entiende como la necesidad de hacerse visible, sino como el medio para dar una respuesta pertinente a las cuestiones planteadas o que se consideren imprescindibles. Por lo tanto, no es la imagen la que prima, sino la capacidad de una forma, una estructura, una implementación, una luz, para dar lugar a un lugar singular, un vacío hospitalario, un interior habitable. Este carácter, propio de cada edificio, toma su fuente y su fundamento de un contexto, en un edificio existente, un paisaje, un suelo... Es necesario, pues, saber leer y reconocer la existencia misma de lo que precede al intervención, con el fin de extraer la esencia y la sustancia necesaria para la pertinencia y adecuación del proyecto.
Un edificio o estructura nace así de la capacidad de deconstruir, analizar y descifrar, combinada con un interés por la materialidad y el arte de construir, así como una sensibilidad por las cosas del mundo.
