Federico Díaz (nacido en Praga, República Checa, en 1971) se rige por cuestiones de percepción: aspectos aparentemente invisibles, pero inherentemente presentes, de nuestra realidad cotidiana y del entorno natural. Desde principios de la década de 1990, ha utilizado tecnología de vanguardia para revelar fenómenos que escapan a los sentidos humanos. Desde principios de la década de 2000, un elemento recurrente en su obra ha sido el uso de robots industriales.
Desde el inicio de su carrera, Federico ha anticipado las implicaciones sociales y artísticas de las tecnologías emergentes. Más recientemente, su principal enfoque ha sido la inteligencia artificial. Su colaboración continua con Jonathan Ledgard explora la inteligencia no humana, en particular la de los animales, en un mundo cada vez más saturado de IA.
Federico trabaja a menudo con tecnologías que posteriormente se vuelven omnipresentes. Por ejemplo, el proyecto arquitectónico E-Area (1998-2008 RIBA, Storefront for art and architectura) propuso una visión de ciudad inteligente; Intuit (2000-2002) introdujo un concepto temprano de hogar inteligente; Muscoxen (2002-2003) y Sakura (2004-2005) abordaron el auge de la influencia corporativa global en la autonomía corporal. Posteriormente, BIG LIGHT (2016) y su secuela, BIG LIGHT: The Space of Augmented Suggestion (2017), imaginaron una sociedad poscapitalista en la que el conocimiento se distribuye abiertamente a través de sustancias creadas artificialmente que funcionan como almacenamiento de datos.
Otro hilo conductor clave en la práctica de Federico es la relación entre el cuerpo humano y su entorno sociopolítico. A menudo se inspira en la teoría del "ornamento de masas" de Siegfried Kracauer, un marco a través del cual los patrones de comportamiento de los individuos revelan las fuerzas culturales, espaciales y políticas que los configuran. Este enfoque ha inspirado obras como FluidF1 (2006), LacrimAu (2010, para la EXPO Mundial de Shanghái), Outside Itself (2011, para la 54.ª Bienal de Venecia) y You Welded the Ornament of The Times (2014, para el Museo CAFA de Pekín). Continúa en Eccentric Gravity (2015, en el Belvedere del Castillo de Praga), Etalon (2012, Bienal de São Paulo) y Subtile (2013-2018), una serie de esculturas públicas cinéticas que incluye una versión monumental en la ribera del río Sacramento.
Este interés por la coreografía social del espacio también da forma a BOAR (2022), una criatura robótica especulativa desarrollada en colaboración con Jonathan Ledgard, LAS Berlín y la Bienal de Berlín. Recorriendo territorios autónomos y periferias rurales, BOAR funciona como sensor, narrador y observador, explorando el trauma planetario, la memoria territorial y futuros más allá de lo humano en territorios postextractivos. El proyecto de Federico, Biotopia: Estructuras Propagativas, desarrollado en colaboración con el arquitecto Winy Maas, propone un nuevo tipo de entorno construido: responsivo, propagativo y simbiótico. Fusionando inteligencia vegetal, diseño robótico y arquitectura generada por IA, visualiza un futuro multiespecie de cohabitación y reparación ecológica. La obra se presentó como parte de la exposición principal de la Bienal de Arquitectura de Venecia, comisariada por Carlo Ratti.
La primera fase del desarrollo artístico de Federico está marcada por un fuerte deseo de establecer una interacción directa, a menudo física, entre la obra y sus espectadores, desafiando la creencia, antaño dominante, de que el arte debía permanecer intacto. Obras tempranas como Dehibernation I y II (1993-1994), Generatrix (1999-2002) y Mnemeg (1999-2002) estuvieron entre las primeras en explorar la háptica, la vida artificial y la interacción autónoma. Simultáneamente, fue pionero en el uso del modelado 3D y el prototipado rápido en las bellas artes, un método innovador a finales de la década de 1990.
El trabajo de Federico se basa en la convicción de que el arte debe mantenerse radicalmente vanguardista. Actúa como un arqueólogo de futuros posibles, desenterrando y reconfigurando las estructuras de la percepción, las creencias y los hábitos sociales. Esta filosofía también guió su década de trayectoria como profesor en la Academia de Arte, Arquitectura y Diseño de Praga, donde fundó el Supermedia Studio en 2007, impulsando a los estudiantes a superar los límites de lo convencional y la imaginación.
