Cazú Zegers propone un ángulo diferente de aproximación hacia la arquitectura, en una búsqueda expresiva, íntimamente relacionada con Chile, su territorio, paisaje y tradiciones. De aquí surge un quehacer "en progreso" que involucra una reflexión poética sobre la manera en que habitamos el territorio.
La tesis que inspira su trabajo es el “habitar leve y precario”, refiriéndose a una arquitectura low-tech pero con un alto impacto experiencial; entendiendo que el mayor valor de Chile y Latinoamérica está en su territorio. Desarrolla una arquitectura que no busca imponerse, sino ser una amable suma a la Naturaleza.
América Latina tiene algo que decirle al mundo, se trata de una manera de hacer y pensar con lo que se tiene a la mano, es una postura de baja tecnología que aprende de los procesos locales y sus técnicas ancestrales, lo que permite habitar casi sin dejar huella sobre el territorio.
Esta misma forma de aproximación al problema arquitectónico y la pregunta por Chile, la llevó a fundar en el 2006 junto a Miguel Laborde y un grupo de colaboradores la Fundación y Centro de Estudios Geopoéticos , “El Observatorio de Lastarria”, un lugar para mirar Chile. Se desarrollaron una gran cantidad de reflexiones sobre Chile y su identidad País. La última gestión del Observatorio de Lastarria, fue el último Acto de Conmemoración del Bicentenario de Chile con el Acto Poético y soporte para recibir las Campanas de la Iglesia de La Compañía de Jesus. Éstas fueron donadas por el pueblo de Gales al pueblo de Chile como un acto de solidaridad por el terremoto y hoy se ubican en los jardines del Congreso de Santiago. El 2014 Cazú Zegers refundó el Observatorio como Fundación + 1000, luego de dar una charla en París en el contexto del encuentro anual del Institut de Geopetic Internacional, fundado por Keneth White. La fundación pertenece desde el 2011 a este Instituto, enfocándose en el espacio virtual a través de textos y publicaciones semanales de Miguel Laborde.
La tesis que inspira su trabajo es el “habitar leve y precario”, refiriéndose a una arquitectura low-tech pero con un alto impacto experiencial; entendiendo que el mayor valor de Chile y Latinoamérica está en su territorio. Desarrolla una arquitectura que no busca imponerse, sino ser una amable suma a la Naturaleza.
América Latina tiene algo que decirle al mundo, se trata de una manera de hacer y pensar con lo que se tiene a la mano, es una postura de baja tecnología que aprende de los procesos locales y sus técnicas ancestrales, lo que permite habitar casi sin dejar huella sobre el territorio.
Esta misma forma de aproximación al problema arquitectónico y la pregunta por Chile, la llevó a fundar en el 2006 junto a Miguel Laborde y un grupo de colaboradores la Fundación y Centro de Estudios Geopoéticos , “El Observatorio de Lastarria”, un lugar para mirar Chile. Se desarrollaron una gran cantidad de reflexiones sobre Chile y su identidad País. La última gestión del Observatorio de Lastarria, fue el último Acto de Conmemoración del Bicentenario de Chile con el Acto Poético y soporte para recibir las Campanas de la Iglesia de La Compañía de Jesus. Éstas fueron donadas por el pueblo de Gales al pueblo de Chile como un acto de solidaridad por el terremoto y hoy se ubican en los jardines del Congreso de Santiago. El 2014 Cazú Zegers refundó el Observatorio como Fundación + 1000, luego de dar una charla en París en el contexto del encuentro anual del Institut de Geopetic Internacional, fundado por Keneth White. La fundación pertenece desde el 2011 a este Instituto, enfocándose en el espacio virtual a través de textos y publicaciones semanales de Miguel Laborde.
