
La propuesta de Yassir Khalil Studio y Mossessian Architecture concibió todo el proyecto como una pieza única, donde la plaza Lalla Yeddouna es entendida como una «habitación urbana» central dentro de un conjunto compuesto, además, por un mosaico de 19 edificios de pequeño tamaño, un laberinto de callejuelas y plazas, un río y un puente del siglo XII.
Se restauraron 11 edificios históricos y otros 8, en estado ruinoso y sin valor histórico, fueron demolidos y reconstruidos, manteniendo el volumen original. Los nuevos edificios siguieron la idea del riad marroquí, que traslada metafóricamente la noción de plaza pública al centro de un edificio: un edificio organizado en torno a un patio central que media entre el espacio público y el privado.
La intervención establece una inteligente hibridación de referencias entre lo histórico y lo contemporáneo, entendiendo el lugar como un conjunto coherente formado por el río reperfilado, el puente Bin Lamdoune, los edificios restaurados, las nuevas construcciones, los callejones y las plazas.

Renovación de la Plaza Lalla Yeddouna por Yassir Khalil Studio / Mossessian Architecture. Fotografía por Amine Houari, cortesía de Aga Khan Trust for Culture.
La tradición se introduce en el proyecto a través del zellige tradicional de Fez, y la contemporaneidad, empleándolo en paños a gran escala —poco habituales—, innova con patrones geométricos asociados al mundo islámico, recuperando así identidad.
En el planteamiento se ha buscado aprovechar la arquitectura tradicional marroquí para crear una construcción sostenible que utilice el sol, el viento y la masa térmica. Se emplean sistemas de laberintos subterráneos que absorben el aire exterior, lo enfrían y lo expulsan al interior, lo que permite reducir el uso de sistemas mecánicos de refrigeración.

Renovación de la Plaza Lalla Yeddouna por Yassir Khalil Studio / Mossessian Architecture. Fotografía por Amine Houari, cortesía de Aga Khan Trust for Culture.
Descripción del proyecto por Yassir Khalil studio / Mossessian Architecture
El objetivo del proyecto es revitalizar la plaza Lalla Yeddouna (7.400 m²), una plaza pública y los edificios circundantes situados en un cruce de caminos central en el corazón de la Medina de Fez, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y una de las medinas más grandes y antiguas del mundo.
El recinto se compone de un mosaico de 19 edificios de pequeño tamaño, un laberinto de callejuelas y plazas, un río y un puente del siglo XII. Entre estas estructuras, en su mayoría deterioradas o incluso ruinosas, se restauraron 11 edificios históricos de forma idéntica, mientras que otros 8, sin valor histórico, se demolieron y reconstruyeron manteniendo el volumen original.
El concepto de los nuevos edificios se inspira en gran medida en el tradicional Riad marroquí, una casa organizada en torno a un patio central que media entre el espacio público y el privado. El Riad refleja metafóricamente la plaza pública en el centro de un edificio. Concebimos todo el proyecto como un único edificio, con la plaza Lalla Yeddouna como «habitación urbana» en su centro.

Un requisito clave era preservar las referencias históricas y, al mismo tiempo, emplear ideas y técnicas contemporáneas para unificar los espacios fragmentados. Nos inspiramos en los patrones arquitectónicos islámicos en su uso del modelo, la geometría y la repetición, e introdujimos variaciones y acentos en las formas tradicionales de la arquitectura vernácula marroquí para generar un nuevo lenguaje arquitectónico arraigado en la tradición.
Este toque de modernidad, a pesar de ser una elección audaz, se expresa principalmente a través del tratamiento de los patios revestidos íntegramente de zellige tradicional de Fez. La aportación moderna reside, por un lado, en la aplicación de paneles de Zellige a gran escala, raramente vistos en Marruecos, y por otro, en un diseño de Zellige progresivo y evolutivo, que se aparta de los patrones estrictamente geométricos tradicionalmente asociados al mundo islámico. Cada patio se caracteriza por una paleta de colores única, que permite identificar intuitivamente cada edificio y su función.

El proyecto en su conjunto trata de encontrar un equilibrio entre los múltiples componentes del emplazamiento: el río reperfilado, el puente Bin Lamdoune (vínculo simbólico entre las orillas qarawiyyin y andalusí), los edificios restaurados, las nuevas construcciones, los callejones y las plazas, todo ello preservando el tejido histórico de la medina.
Estudiando el entorno local y aprovechando la inteligencia de la arquitectura tradicional marroquí, desarrollamos un concepto sostenible. El sol, el viento y la masa son los motores clave de nuestra estrategia de energía pasiva: trabajamos en colaboración con la naturaleza, aprovechando todo su potencial para garantizar un confort ambiental óptimo.

Este planteamiento se aplicó especialmente a los nuevos edificios, que cuentan con un sistema de laberinto subterráneo que aspira el aire exterior, lo hace circular y enfriar de forma natural antes de difundirlo al interior, proporcionando temperaturas suaves tanto en verano como en invierno y reduciendo la dependencia del aire acondicionado mecánico.
Además, todas las paredes son de doble capa para crear una ventilación natural y garantizar el aislamiento térmico del exterior. Las azoteas se han transformado en jardines suspendidos, lo que contribuye aún más a mitigar las temperaturas extremas en el interior de los edificios.