Berellini Architecte ha optado por la discreción como premisa fundamental del proyecto. El edificio queda integrado en la pendiente del terreno e hibridado con el entorno gracias a su cubierta vegetal. La sala multiusos se sitúa en un claro detrás del castillo, compuesto por tres edificios organizados en U alrededor de un patio y una zona arbolada que protege el perímetro.
Los muros, construidos con tapial, se han realizado con tierra apisonada del lugar, trabajada en estratos y manteniendo su color y textura. Estos muros están revestidos, en su cara interior, con una capa de hormigón biocompuesto de cáñamo, fijada a los muros de tapial con montantes de madera. Gracias a estos factores se optimizan las características térmicas del edificio.

Sala multiusos en Châteaufort por Berellini Architecte. Fotografía por Michel Denance.
Descripción del proyecto por Berellini Architecte
El nuevo salón multiusos está vinculado a un importante patrimonio histórico que incluye un molino, una capilla, un invernadero y otros edificios ubicados alrededor del parque. Situado a las afueras de la ciudad, el terreno se extiende sobre una superficie de 5 hectáreas, en plena naturaleza, junto a la reserva natural protegida del Valle de la Mérantà.
Las dependencias de servicio del castillo se componen de tres edificios dispuestos en forma de U alrededor de un gran patio de 600 m², orientado al sur. Una zona arbolada protegida rodea el terreno. La nueva ampliación se sitúa al norte, en un claro tras el edificio.
El objetivo del proyecto es la discreción. Se integra a la perfección con el entorno verde. Convive en armonía con las dependencias de servicio del castillo, que poseen su propio encanto. El nuevo salón se integra en la pendiente del terreno, discretamente cubierto por una cubierta verde en continuidad con el claro. Se sitúa en el eje del edificio, respetando su simetría.
Los muros longitudinales están diseñados y construidos con tapial, como si se hubiera excavado la ladera de la colina, dejando al descubierto sus entrañas y, con ello, la estratigrafía de sus capas geológicas. ¿Qué material podría haberse integrado mejor en el lugar que su propia tierra, trabajada en los estratos, sin alterar su textura ni color?
Los muros de tapial de soporte están revestidos interiormente con una capa de hormigón de cáñamo vertido de 20 cm de espesor, que se deja a la vista y se fija a los muros de tapial con montantes de madera incrustados en el espesor de este revestimiento.
Durante la fase de diseño, todos los elementos arquitectónicos se evaluaron cuidadosamente para optimizar sus características térmicas.