A las 8:30 sonaba mi despertador particular, montones de niños entraban a una guardería de estrambóticos colores situada justo enfrente, sumidos en la ingenua felicidad de su día a día. Minutos más tarde un plato repleto de pancakes cubiertos de nata y caramelo, besados por un zumo y un manchado de café, hacían los honores para ser devorados e insuflarme esa dosis de energía que necesitaba para empezar el día.
Entre bicis.
A las 9:15, yo y mi vintage bólido gris, compañero de viajes, nos deslizábamos entre una amalgama de frío, canales, barcos, puentes levadizos, niños que te saludaban desde el interior de un mini vagón de madera tirados por su padre… camino del estudio en el que trabajaba. Éste era una especie de gran balsa encallada en el gran río que divide Amsterdam en dos, donde tantas veces, entre sección y maqueta o render y boceto, hemos visto grandes ferrys y barcos crucero pasar. Nuestro edificio era un gran botellero multicultural lleno de oficinas de diseño, moda, prensa, estudios de fotografía, pintura, arquitectura, un mundo lleno de sorpresas.
Edificio balsa. Estudio de Information Based Architecture. Amsterdam.
Desde las 9:30 y hasta las 18:00 de la tarde, un grupo de jóvenes arquitectos europeos activaban su especial coctelera de ideas, bocetos, secciones, utopías, maquetas, renders… buscando su cristalización en “algo” todavía impredecible. Algunas veces a las 14:00, otras a las 15:00, nos dirigíamos al supermercado más próximo provistos, como no, de nuestras bicicletas. Sandwiches, ensaladas, dulces y fruta componían nuestro menú diario con el que llegábamos al parque para ser desplegado a modo de pic-nic.
A las 18:30 nuestros candados se desataban al unísono fervor de lo que se nos avecinaba: !ocio!. Algunas veces colonizábamos lugares aún por descubrir, otras, unas cervezas seguidas de un partido de fútbol-tenis en uno de los numerosos mantos verdes que poblaban la ciudad, eran suficiente motivo para pasarlo bien.
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Pic-Nic.
A las 20:00, con la ciudad inmersa en un ambiente lúgubre, como de cuento, que hasta el propio Tim Burton querría incorporar a la mejor de sus escenas, me disponía a regresar. El silencio y el pequeño rechinar de los cables de los tranvías denotaban un ambiente de paz, de resguardo, de cena, de día que llega a su fin.
Una vez en casa, con gran ímpetu y fuerza me colocaba mis deportivas, pantalones, radio y en ciertas ocasiones un buen chubasquero, para salir a correr entre las siempre curiosas calles que conformaban mi barrio. El olor a húmedo, el sonido de mis pies sobre el pavimento, la calmada agua de los canales, ventanas llenas de imágenes familiares frente al televisor así como la cara atónita de la gran cantidad de turcos que inundaban los bajos de los bloques de vivienda, me observaban sin perder un ápice de lo que me ocurría, componían una de esas escenas que raramente se olvidan.
A las 21:30 me dirigía con alegría a nuestra cocina-comedor común, sumido en la incertidumbre de qué plato cocinado por mi compañero podría encontrar. Un inquietante olor salía de los fogones de gas pidiendo a gritos poder deleitarlo.
A las 22:30 y tras saborear un manjar de alimentos inexplorados caminaba hacia mi cama con ánimo de descansar. Mis ojos poco a poco se cerraban, las siluetas que se vislumbraban a través de mis cortinas se diluían, el ambiente de calma se imponía, un día más, mi apasionante aventura hacía una pausa dejando paso al sueño…
Comiendo fresas.
¡¡MAÑANA MÁS!! > «VIERNES: VERÓNICA ROSERO Y EL PROXIMO LUNES PARA TERMINAR ESTA 1ª TEMPORADA Y COMO TERCER AVANCE DE LA PROXIMA MICHAEL MORADIELLOS»
IN TREATMENT - METALOCUS.
DIRECTOR: JOSÉ JUAN BARBA. COORDINATION: INÉS LALUETA. ORGANIZACIÓN: INÉS LALUETA, PEDRO NAVARRO. VERSIÓN INGLÉS: KAREN SIMPSON. INVITADOS 1ª SESIÓN: JOSÉ JUAN BARBA, MARINA DIEZ-CASCÓN, SERGIO DIEZ-CASCÓN SOLER, LARA FERNÁNDEZ GONZÁLEZ, CARLOS GERHARD PI-SUÑER, MONTSE PLA GARCÍA-CASTANY, XAVIER NICOLAU CUYÀS, FERNANDO RIAL PONCE, VERÓNICA ROSERO.