Los arquitectos de YSLA architects buscaban garantizarle a la familia una experiencia de liberación de la vida de la ciudad para conectarse con la naturaleza, sintiendo el espacio, respirando el aire y adentrándose en la atmósfera del bosque. En la cultura japonesa esto se conoce como Shinrin-Yoku, relacionado con el proverbio latino «mens sana in corpore sano», se trata de la práctica de un baño forestal, es decir, caminar por el bosque para que el cuerpo y la mente puedan liberarse del estrés y mejorar la creatividad.
Para formalizar esta premisa, el corredor de la vivienda se prolonga hasta abrazar el bosque. De esta manera, se rompen los límites entre interior y exterior y el bosque se entiende como una prolongación del salón para poder disfrutar al máximo de la naturaleza y regresar a la ciudad con otro punto de vista.
Un hogar alrededor del bosque por YSLA architects. Fotografía por Munetaka Onodera.
Descripción del proyecto por YSLA architects
Un «Hogar alrededor del bosque» es una casa de fin de semana en Karuizawa, Japón, para una pareja con dos hijos que vive en el centro de Tokio. La familia conocía la zona y pasó muchas vacaciones en hoteles cercanos. Finalmente decidieron que querían su propia habitación de hotel en el bosque, una suite de 70 m² para que una familia de cuatro personas pudiera aprovechar al máximo sus vacaciones.
En YSLA queríamos maximizar la calidad del tiempo que pasaría la familia en la casa y para eso les propusimos desacelerar la vida de la ciudad y reconectarse con la naturaleza. Nos gustaría que se sintieran más amplios, mejor, que vivieran alrededor del bosque, absorbiendo su atmósfera. Esto será lo que en la cultura japonesa se conoce como Shinrin-Yoku, la práctica de atención plena del baño forestal. Se sabe que caminar por el bosque puede mejorar la creatividad, aumentar la inmunidad y, en otras palabras, disminuir el estrés; te ayuda a lograr el proverbio latino “mente sana en cuerpo sano”.
Un hogar alrededor del bosque por YSLA architects. Fotografía por Munetaka Onodera.
Para cumplir con esta conexión, construimos una casa alrededor del bosque, una casa en la que su corredor se extiende hasta el bosque y lo abraza como una extensión. El bosque pasó a formar parte del salón; la línea entre el interior y el exterior se volvió inexistente y pueden sentirse más amplios, sentirse mejor. La familia puede disfrutar de la totalidad de su naturaleza, pueden caminar, correr, andar en bicicleta, patinar… Al final de sus vacaciones la familia puede regresar a Tokio sintiendo que han pasado juntos unos días sanos, equilibrados y llenos de felicidad.