Un recuerdo que deja huella. SUPERPOWER WALL, en la revitalización del parque Husův, por S K U L L studio

Descripción del proyecto por S K U L L studio

El lugar que ahora alberga el parque de la revolución Hussite en Čakovice fue históricamente la ubicación de un pueblo verde con un lago. Durante la era de la Primera República Checoslovaca, el lago se drenó y el área se convirtió en un parque. Durante los arreglos constructivos de esa época, se demolieron las casas que bordeaban el lago original. Los restos de los hastiales de estos edificios aún eran visibles hasta la reciente reconstrucción que tuvo el lugar en los años 2019-2020. El autor de la reconstrucción del parque fue el estudio de paisajismo Land05, dirigido por Martina Forejtová. El estudio S K U L L fue invitado a participar en el diseño del muro perimetral en el borde sur del parque. El resultado es este monumento escultórico-arquitectónico: un relieve de ladrillo, con un grado de hipérbole titulado Superpower Wall.

El tema de la transformación es una idea fundamental de la realización. Después de la conversión de la plaza del pueblo original, los contornos de los techos a dos aguas permanecieron inscritos en los muros perimetrales del parque. El motivo de estas líneas diagonales, bocetos del tiempo, es la base de la forma actual de la pared de ladrillos: relieve, donde la tecnología clásica de la estructura de ladrillos se lleva al límite de la practicidad. «Es un recuerdo de lo que ya no está, que sin embargo deja su huella en el lugar y el tiempo», describe el autor de Superpower Wall, el escultor Matěj Hájek del estudio S K U L L.

A diferencia del material de construcción tradicional, la pared está equipada con un revestimiento transparente nanotecnológico que, gracias a sus propiedades fotocatalíticas (sin productos químicos ni sustancias de desecho), limpia el aire circundante. La superficie de la pared está impregnada de dióxido de titanio, que junto con la radiación UV es capaz de liquidar hasta varios kilogramos de sustancias nocivas al año en una superficie de 1 m². Esta singular tecnología fue desarrollada por científicos checos del Instituto de Química Física J. Heyrovský.
 

«Lo invisible juega aquí un doble papel. Por un lado está el revestimiento nanotecnológico que depende de la luz solar para funcionar, y por otro lado está la memoria, fragmentos de recuerdos que existen solo en nuestra imaginación. Lo esencial no es lo que vemos, sino precisamente lo que escapa a nuestra visión», añade Hájek.

El muro en relieve de ladrillo se complementa en las proximidades con una fuente de agua diseñada por el estudio XTOPIX, cuya superficie oscura recuerda en su color al lecho del antiguo lago.