La obra de MAD se inspiró en la tradición de un material milenario, tomando como material principal el papel Xuan, un papel recubierto de varias capas de aceite tung, normalmente usado para proteger la madera, que en este caso lo hace translúcido e impermeable. La estructura renueva la forma y la escala de esta antigua artesanía, transformándola en un espacio al aire libre que ofrece sombra y protección contra la lluvia.

Sombrilla China de Papel. Pabellón de China en Venecia por MAD. Fotografía por MAD.
El proyecto tiene en cuenta su ubicación en Venecia, una región con un clima marítimo que presenta oscilaciones moderadas entre las temperaturas diurnas y nocturnas, y su clima suele ser impredecible, alternando entre sol intenso, lluvias repentinas y, ocasionalmente, fuertes vientos. Al situarse al final del recorrido de la exposición en el Arsenale, el jardín exterior del Pabellón de China ofrece un espacio delicado para el descanso.
Ponerse bajo la sombrilla es como entrar en un íntimo teatro al aire libre, donde los visitantes se sumergen en la luz cambiante y los sutiles cambios atmosféricos. Experimentan patrones cambiantes de luz y sombra, junto con una sutil diferencia de temperatura entre el interior y el exterior.
La Sombrilla de Papel China está pensada para adaptarse a su entorno. Su superficie semitranslúcida y sus costuras transpirables la mantienen conectada con el aire y la luz circundantes. En días calurosos y secos, un sistema de nebulización integrado se activa en la parte superior de la estructura, refrescando el aire y mejorando la comodidad de los visitantes.

Sombrilla China de Papel. Pabellón de China en Venecia por MAD. Fotografía por MAD.
La artesanía tradicional con aceite de tung se combina con la tecnología que MAD ha integrado, implementando el sistema Smart Dynamic Light (SDL) de OPPLE Lighting, que responde a los cambios climáticos y de luz diurna. A medida que la luz se mueve sobre el papel aceitado, la sombrilla se convierte en un pabellón de sombras y resplandor, reflejando los ritmos del día y la noche.
La naturalidad de los materiales protagonistas hace que, con el tiempo, esta sombrilla se degrade de forma gradual, lo que sirve como un símil poético de la degradación de la arquitectura y la vida, y como reflexión sobre el cambio climático y nuestra coexistencia con él.