El proyecto desarrollado por STAR y BOARD se ordena en cuatro espacios que se diferencian mediante el uso de diferentes materiales, texturas y dimensiones. La vivienda cuenta con un gran ventanal que ilumina el espacio de tres metros de altura que ocupa el estar y el pequeño dormitorio, piezas que se encuentran separadas de la sauna y el baño.
La vivienda fue proyectada en torno a los productos específicos que se iban a utilizar en ella, buscando evitar un aumento inútil de costos y de objetos individualizados. El proyecto se presenta como estrategia alternativa para la optimización de la vivienda y sus costes, buscando promover el desapego hacia las posesiones banales y el consumismo en el que nos vemos sumergidos hoy en día.
El Cabanon por STAR y BOARD. Fotografía por Ossip van Duivenbode.
Descripción del proyecto por STAR y BOARD
El Cabanon es un apartamento completamente equipado de 6,89 m² de superficie que incluye una sauna de infrarrojos y una bañera de hidromasaje. Se organiza en cuatro espacios radicalmente diferentes en cuanto a materiales y alturas: un salón de 3 m de altura, un dormitorio de 1,14 m de altura, pero con mucho espacio de almacenamiento, un aseo con ducha y un spa. El spa es el espacio más interior del Cabanon: una habitación dentro de otra.
El Cabanon es probablemente el apartamento más pequeño del mundo; sin duda el más pequeño con spa.
El Cabanon es la reconversión de un desván en un espacio habitable. Está ubicado en el último piso de un edificio residencial de los años 50 en el centro de Róterdam. Las dimensiones interiores del Cabanon son 3 m (altura), 1,97 m (anchura) y 3,6 m (longitud). Cuenta con un gran ventanal de 6 m² con vistas sobre la ciudad.
El Cabanon toma su nombre de la cabaña homónima de Le Corbusier en la Costa Azul. Al igual que la de Le Corbusier, el Cabanon de Rotterdam ha sido concebido por los mismos arquitectos que lo utilizarán. Tiene 6,89 m², la mitad del tamaño del de Le Corbusier y, a diferencia de éste, es totalmente autónomo y diseñado para una pareja.
El Cabanon es un experimento espacial para Beatriz y Bernd - sus arquitectos y propietarios-, quienes más y más encontraban una forma de crecimiento personal en la reducción voluntaria. Sin embargo, esta reducción nunca se entendió como austeridad. El Cabanon es una pequeñez «lujosa», una «reducción epicúrea».
El Cabanon es una manifestación de los deseos específicos de sus propietarios para su segundo hogar. Querían una cama pequeña para dormir inevitablemente cerca y un banco para sentarse junto a la ventana. No necesitaban una cocina grande porque les gusta salir a cenar en el fin de semana, pero querían tener la posibilidad de cocinar. Deseaban una ducha efecto lluvia, una sauna de infrarrojos para cada uno y una bañera de hidromasaje.
El Cabanon es un templo de las medidas de sus propietarios, quienes se convirtieron en el «modulor» de su espacio. Las alturas de Beatriz y Bernd son 1,72 m y 1,78 m respectivamente. Los espacios del Cabanon están dimensionados en función del alto y el ancho que necesitan para realizar cada función: cuando se duchan necesitan un espacio de 2,13 m de alto y 62 cm de ancho; cuando se bañan o utilizan la sauna necesitan una altura de 1,80 m; y cuando duermen o se sientan en la cama necesitan una altura de 1,14 m y un ancho de 1,35 m. Para la zona de estar quisieron mantener la generosa altura existente de 3 metros.
El Cabanon deja claro que diferentes habitaciones con diferentes funciones no tienen por qué necesitar la misma altura. El Cabanon parecía agrandarse cuantas más funciones se le iban añadiendo. Esto fue posible gracias a la adaptación de las alturas.
Los cuatro espacios del Cabanon se han diseñado basándose en productos estándar: el dormitorio se diseñó teniendo en cuenta un modelo de colchón específico; el spa según la longitud de la bañera; la cocina en función de la profundidad de la mini-nevera…, todo ello para evitar un aumento inútil de costos y de objetos individualizados; el Cabanon se adaptaría a productos estándar y asequibles.
La ejecución también se organizaría en torno a estos objetos: por ejemplo, la bañera tuvo que instalarse antes de construir los tabiques del baño.
Los materiales del Cabanon podrían haber costado cuatro veces más si éste se hubiera realizado en sus colores iniciales. El spa fue concebido inicialmente en mármol verde, la ducha en gresite blanco y el salón en baldosa hidráulica azul. Las ofertas irresistibles de materiales de construcción hicieron que el spa se revistiera en mármol chino negro de los años 80, la ducha en gresite azul y el salón en baldosas hidráulicas color coral. El verde menta para el dormitorio fue el único color elegido voluntariamente y esto fue bastante sorprendente, ya que el verde menta nunca habría sido la primera opción.
El Cabanon podría ser una estrategia alternativa para la optimización de la vivienda y de los costes pero de ningún manera aboga por la reducción de superficies como única estrategia hacia la vivienda asequible, ni pretende imponerse como la «vivienda del futuro». Sin embargo, podemos extrapolar algunas de sus estrategias para mejorar y abaratar la producción actual de viviendas como por ejemplo : la optimización del espacio –optimización no entendida como «reducción» sino como «maximización» de las posibilidades de un espacio; la modulación de las alturas de determinados espacios para superponer funciones; y el desapego hacia la posesión y el consumismo, por lo que seríamos menos proclives a comprar y acumular objetos inútiles que saturan nuestras casas (y nuestras mentes).