Una geometría sencilla y un volumen compacto son el resultado de una vivienda que intenta pasar desapercibida, que aprovecha el desnivel propio de la parcela y se incrusta en el terreno para dejar ver el paisaje, no se muestra como edificación sino que se integra en el paisaje.
La casa no quiere ser un volumen inmaculado y reluciente, no busca ser contemplada pasivamente. La casa quiere tener texturas y arrugas, quiere ser capaz de absorber la pátina del tiempo y mostrar que está atravesada de vida.
Descripción del proyecto por TEd’A arquitectes
Una casa patio adaptada a la topografía del terreno. Esta sería la definición resumida del proyecto. En la definición encontramos dos conceptos: primero, se trata de una casa patio; segundo, es una casa adaptada a la pendiente del terreno.
Primero.- La casa patio forma parte de la tradición arquitectónica mediterránea. El proyecto no hace más que continuar esta tradición acercándola a nuestros días. El proyecto se organiza alrededor de una clastra, un patio. Un patio que es heredero de los pretéritos implúviums romanos, que es hermano de los claustros de las posesiones o de los patios decimonónicos del centro de Palma. El patio es un elemento de control climático. El patio es, así mismo, espacio de encuentro y estar. El patio forma parte de nuestra auténtica tradición.
Diferentes conceptos se extraen de todos estos patios: todos ellos forman parte de la misma tradición, la tradición constructiva mallorquina. Todas estas construcciones tienen una planta aproximadamente cuadrada, pero no exactamente cuadrada. Todas ellas se muestran exteriormente casi como fortificaciones, de perímetro murario, prácticamente impenetrables. En cambio, interiormente son sorprendentes. Todas ellas se abren al patio como punto central, como lugar de relación. En estos patios la diversidad espacial es fascinante, aparecen porches, parrales y galerías que acompañan a los propios patios.
Así es también en Can Jaime i n’Isabelle. Un proyecto que pretende formar parte de esta tradición, quiere continuar con ella. El proyecto se muestra exteriormente muy robusto, de geometría sólida, recintado por un muro portante. Su planta es aproximadamente cuadrada y sus estancias se organizan alrededor de un patio central que también se acompaña de porches.
Segundo.- El proyecto presta especial atención a la integración paisajística de la casa. La casa se adapta a la topografía del terreno. La parcela tiene una fuerte pendiente descendente en dirección sur y la calle de acceso en su lado norte. Las vistas hacia el sur son inmejorables y la calle está elevada respecto a la parcela. Es por este motivo que la casa se incrusta en el terreno, con tal de pasar desapercibida, para dejar ver el paisaje. La casa no se muestra como edificación sino que se integra en el paisaje, se convierte en paisaje. Por esto mismo su cubierta no puede ser más que vegetal.
No destacar, adaptarse a la topografía, diluirse en el paisaje, formar parte del paisaje, ser paisaje, estas son las premisas principales del proyecto. Una geometría sencilla y un volumen compacto son el resultado de una vivienda que intenta pasar desapercibida, que aprovecha el desnivel propio de la parcela y se incrusta en el terreno con tal de permitir las vistas desde la calle. Con la voluntad de integrarse en el paisaje se propone una cubierta vegetal, sembrada de hierbas y arbustos autóctonos. Con la misma intención, los muros perimetrales de la casa serán de hormigón ciclópeo, construidos con piedra extraída del propio terreno. La casa no quiere ser un volumen inmaculado y reluciente, no quiere ser falsamente joven, no quiere ser contemplada pasivamente. La casa quiere tener texturas y arrugas, quiere ser capaz de absorber la pátina del tiempo, quiere ser vivida activamente, tal y como pasa con las construcciones tradicionales.