
FRPO Rodríguez y Oriol proyectan el edificio en una parcela periférica con el tejido urbano consolidado de la ciudad, enfrentándose a un atractivo paisaje agrario ribereño, con el que intenta dialogar en tonos y reflejos, y donde los arquitectos plantean un interesante diálogo entre el horizonte y la «condición de atalaya» que el volumen del proyecto supone.
El edificio proyectado cumple con los estándares de consumo casi nulo (nZEB), gracias a una fuerte reducción de la demanda energética y al uso exclusivo de fuentes renovables para calefacción, refrigeración, ACS y electricidad. Se aplicaron estrategias pasivas como superaislamiento, carpinterías eficientes y protecciones solares según la estación. Un sistema centralizado, basado en biomasa (astilla forestal), cubre calefacción y ACS, mientras que la refrigeración se resuelve mediante aire en cubierta. El edificio cuenta con certificación Passivehaus.
Viviendas Azucarera por FRPO Rodríguez y Oriol. Fotografía por Luis Asín.
Descripción del proyecto por FRPO Rodriguez y Oriol
Social y colectivo
El proyecto ofrece una oportunidad para repensar las condiciones de flexibilidad y adaptabilidad que demandan las tipologías contemporáneas de vivienda social. Como programa colectivo, permite desafiar los formatos habituales de interacción entre los habitantes a través de nuevos espacios de convivencia integrados en el edificio. El proyecto explora estas dos cuestiones -social y colectiva-, respondiendo a los estándares de eficiencia energética más exigentes -edificio cero emisiones- y situándose como un hito urbano entre la ciudad y el paisaje de la ribera del Ebro.
El contexto, el volumen.
El lugar limita con el tejido urbano de la ciudad, frente al paisaje agrario ribereño, sugiriendo una relación audaz con el horizonte. Esta posición límite proporciona una “condición de atalaya” sobre el paisaje, un volumen rotundo que quiere incorporar a su piel los tonos y reflejos de su entorno, a modo de ancla en la región ribereña.

nZEB y Passivehaus
Hemos proyectado un edificio de consumo de energía casi nulo (nZEB), basado en la reducción drástica de la demanda y el uso de energía. La energía renovable cubre el 100% de las necesidades de calefacción, refrigeración, ACS y electricidad. La reducción de la demanda se consigue mediante medidas pasivas, como superaislamiento en todos los cerramientos exteriores, carpintería de altas prestaciones, sistemas de protección solar exterior (en verano) y radiación directa (en invierno). Se ha previsto para el edificio un sistema centralizado de producción para los servicios de calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria con energía renovable, a base de biomasa (tipo astilla forestal). La refrigeración se alimenta de un sistema de aire en cubierta. El edificio ha sido certificado como Passivehaus, pasando las exhaustivas pruebas correspondientes.