
En el proyecto de Donaire Milans Arquitectos, la luz natural, que ingresa cenitalmente, ocupa un papel protagonista al bañar de forma homogénea el cubo central de piedra que domina el espacio principal. Para el proyecto museográfico de la colección permanente, se aprovechó cada intervención para enriquecer la experiencia del visitante. Arquitectura y museografía se fusionan, generando recorridos cargados de miradas entrecruzadas, conexiones entre diferentes niveles, reflejos y juegos de perspectivas. Un museo abierto y accesible, que invita a ser recorrido y descubierto.
La propuesta se resume en intervenciones mínimas y precisas, que respetan el edificio original y garantizan un uso funcional y contemporáneo. Bajo estos parámetros, uno de los elementos más representativos del proyecto es la gran pantalla LED instalada al inicio del recorrido. Este dispositivo audiovisual establece un nexo entre la memoria viva de la colección y los lenguajes tecnológicos actuales, a partir de un recorrido proyectado por la historia reciente de las artes escénicas en España. Narrativa, artes escénicas, luz y tecnología se combinan, creando un nuevo espacio respetuoso y funcional.

Renovación del Museo Nacional de las Artes Escénicas por Donaire Milans Arquitectos. Fotografía por Montse Zamorano.
Descripción del proyecto por Donaire Milans Arquitectos
La intervención en el Museo Nacional del Teatro de Almagro, futuro Museo Nacional de Artes Escénicas, ha sido un ejercicio de precisión y respeto por la historia; un diálogo sutil entre pasado y presente que busca potenciar la esencia del edificio con mínimos recursos y un impacto máximo. Ubicado en el antiguo Palacio de los Maestres de Calatrava, el museo, cargado de memoria, requería una actualización que mejorara su funcionalidad sin perder su identidad y permitiera ampliar su capacidad expositiva.
La rehabilitación ha reinterpretado los espacios existentes desde una mirada contemporánea, redefiniendo el acceso y el sistema de circulaciones para hacerlos más intuitivos, abiertos y accesibles. Se han eliminado elementos que limitaban la fluidez del recorrido, permitiendo que la luz natural —que envuelve el cubo central de piedra a través de aperturas cenitales— recupere su protagonismo y atraviese con mayor libertad cada estancia. La supresión de las antiguas escaleras, reubicadas en el núcleo principal de comunicaciones, ha transformado la percepción espacial, amplificando verticalmente el conjunto, dotándolo de una mayor ligereza y reforzando la conexión visual entre niveles.

El proyecto museográfico, concebido en paralelo a la intervención arquitectónica, se ha adaptado con sensibilidad a los espacios existentes, aprovechando cada modificación para enriquecer la experiencia del visitante. La nueva distribución de vitrinas y obra genera un amplio espectro de miradas cruzadas, permitiendo que el espectador recorra un museo lleno de experiencias visuales dinámicas, con conexiones a distintas alturas y entre ámbitos diversos. De este modo, arquitectura y museografía se entrelazan en un juego de perspectivas y reflejos que complementa y da sentido a la intervención arquitectónica.
Uno de los elementos más representativos de esta nueva relación entre arquitectura y narrativa expositiva es la gran pantalla LED instalada frente al graderío incorporado en la intervención, concebido específicamente para acoger al visitante al inicio del recorrido. En este dispositivo audiovisual se proyecta la historia reciente de las artes escénicas en España, estableciendo un puente entre la memoria viva de la colección y los lenguajes tecnológicos contemporáneos.

Mediante decisiones precisas y un ejercicio de mínimos, se ha actualizado la imagen del museo, dotándolo de una atmósfera más luminosa y serena: un marco neutro donde la valiosa colección del museo, cuidadosamente seleccionada por el comisario Ángel Martínez Roger, y la nueva gráfica de Inés Atienza, adquieren pleno protagonismo. El uso de materiales nobles y soluciones constructivas respetuosas con el edificio original ha garantizado la sostenibilidad de la intervención, minimizando su impacto y permitiendo futuras actualizaciones de la propuesta museográfica.
El resultado es un museo más abierto, accesible e inspirador; un espacio renovado que invita a ser recorrido y descubierto, donde las artes escénicas no solo se narran, sino que se escenifican a través del espacio, la luz y la tecnología.