El proyecto se desarrolla a lo largo de un período hipotético de unos 80 años e imagina la evolución de Blackpool desde una ciudad industrial, que depende principalmente de los procesos industriales para la extracción de gas y petróleo del subsuelo conocidos como «fracking» o fracturación hidráulica, hasta su conversión en una ciudad moderna y autosuficiente en lo que a recursos y energía se refiere.
Descripción del proyecto por Jason Lamb
Las inversiones por parte de China impulsan la integración transitoria de la fractura hidráulica en Blackpool, para la explotación de gas de esquisto.
Con un enfoque poco convencional de la fractura hidráulica se busca la regeneración urbana y se proporciona un marco para desarrollar nuevas industrias, generar sistemas de agua sostenibles y animar al empleo de métodos de producción de energía renovables.
Se integran treinta y cinco plantas de 'fracking' y se construye una comunidad sostenible en el litoral para compensar a las comunidades afectadas. Durante el «fracking», la planta sirve como una plataforma desde la que se extrae, procesa y distribuye el gas de esquisto.
El proyecto especula con la transformación de Blackpool durante un intervalo de tiempo de 80 años, desde que es una Petrópolis industrial hasta que llega a ser una ciudad sostenible descentralizada y menos dependiente de recursos. Las infraestructuras industriales que una vez se utilizaron para la fractura hidráulica se reutilizan para procesar cultivos energéticos y las aguas grises de la región. El proyecto del legado tiene por objeto mejorar las oportunidades socio-económicas y el bienestar de las comunidades de Blackpool, como forma de regeneración urbana.
