Es cierto que no hubo fortuna en esa primera imagen. Ahora se presenta el proyecto más desarrollado y la propuesta resulta interesante. Ahora queda realizar una buena ejecución y un trabajo y esfuerzo añadido, conseguir que realmente el proyecto tenga esa diferencia que haga olvidar las primeras referencias y coincidencias iniciales.
Descripción del proyecto por Amann-Canovas-Maruri
Memoria de El pabellón de España, coordinado por Acción Cultural Española (AC/E), -organismo público responsable de gestionar la presencia de España en las exposiciones universales e internacionales-"
Personas y Lugares.
Es fácil hacer un Pabellón de exposiciones y que éste se convierta en un Centro Comercial de la periferia de alguna de nuestras grandes ciudades. Es decir, una pieza sin carácter y sometida a los intereses del puro comercio.
Viéndolo de este modo, la dificultad de un proyecto como éste consiste en no perder de vista qué frente a la representación pura, que sobre las condiciones de espectáculo estricto es posible ofrecer a las personas lugares amables e inteligentes en los que refugiarse o simplemente vivir.
El Pabellón que proponemos es un conjunto de plazas entrelazadas, un rosario de espacios caracterizados en los que prima un cierto sentimiento doméstico sin dejar de cubrir los requerimientos de gestión de grupos. El lugar es por tanto un espacio que quiere ser cercano y amable construyéndose con materiales evocadores y que proporcionen domesticidad, no quiere ser un centro comercial o de negocios.
El Pabellón que proponemos quiere ser un espacio abierto a la sombra, un lugar de lugares en el que las personas puedan sentarse a leer o simplemente a descansar, es un lugar de mensajes y el de la vida lenta es uno de ellos y quizás el más importante. Este es un lugar donde se espera y como ya sabemos el placer y el dolor se encuentran en las salas de espera, esta plaza quiere fabricar una espera tan amable que se convierta en fin.
Ante la velocidad agobiante que padece la sociedad contemporánea no es desdeñable un conjunto de espacios en los que la lentitud también tenga cabida.
El Pabellón es una concatenación de espacios intermedios, de lugares que producen sensaciones, en los que el tiempo parece recobrarse. Después de tanta caminata es grato pensar que el Pabellón de España procura un banco, una sombra y agua para escucharla y también para beberla. Ese ofrecimiento es un acto de bienvenida y de amistad. El agua controlada es un bien preciado.
El edificio se ofrece como un espacio abierto cuyo límite es la sombra y el aire atemperado. Si alguien pregunta dónde está el límite de este Pabellón la respuesta es sencilla: donde termina la sombra.