
Pineda Monedero y Jaime Prous Architects realizaron el pabellón con una forma rectangular y divisiones interiores dispuestas ortogonalmente. El exterior consiste en un muro blanco y perforado, a través del cual se perciben los llamativos colores del interior, generando una sensación de curiosidad y atracción en los espectadores que buscan adentrarse en él.
Cada color indica un espacio diferente: el azul se emplea en la sala principal del pabellón, mientras que el rojo aparece en las salas de reunión, de carácter más privado. El amarillo se encuentra en el resto del edificio, sirviendo como elemento intermedio de transición. La colorimetría elegida es un símil de los habitantes que conforman la ciudad y de la convivencia que existe entre ellos.

Pabellón para Barcelona en FITUR 2025 por Pineda Monedero + Jaime Prous Architects. Fotografía por Del Rio Bani.
La sala principal se encuentra llena de butacas con auriculares en cada una de ellas, y muestra una obra audiovisual donde aparecen las imágenes más populares de Barcelona. La exposición está diseñada para romper con los estereotipos de la ciudad a través de los auriculares donde se puede escuchar la vida de quienes habitan en ella. La ciudad se conforma a través del día a día de los habitantes y de los diferentes relatos de cada uno de ellos, no solo de los lugares que aparecen en la sala. Es importante conocer la intrahistoria de un lugar para poder alejarse de los tópicos populares.
Descripción del proyecto por Pineda Monedero y Jaime Prous Architects
Barcelona participa en la mayor feria de turismo en un momento de saturación y crispación social. Esta paradoja permite repensar como se presenta la ciudad al mundo, destacando la esencia auténtica, superando los estereotipos y buscando un nuevo relato: “La nova Barcelona de sempre”.
Un muro blanco separa el estand de la feria. El muro está perforado por huecos que componen una fachada urbana y permiten entrever el interior. El estand no se abre a todos, sino que invita a entrar a quien quiera hacer el esfuerzo de descubrir que ocurre dentro.

En contraste con el exterior sobrio, el interior está definido por 3 colores intensos que representan espacios: amarillo para el espacio de transición, rojo para las salas de reunión y azul para la sala principal. Estos colores primarios simbolizan la diversidad de sus habitantes y todos los matices que nacen de su convivencia.
Un montaje audiovisual da vida al nuevo relato. En los huecos del muro, se muestran imágenes de la ciudad, mientras que una serie de auriculares permite escuchar diferentes testimonios de barceloneses explicando que significa para ellos Barcelona. Este relato coral busca contrarrestar los tópicos poniendo el foco en la ciudad y en quienes la habitan cada día.