
MarinaUno crea la ampliación del Centro de Salud haciendo que la dirección de la banda adicional, que sirve de nexo, tenga una posición principal norte-sur, donde las ventanas transversales facilitan la captación de una gran cantidad de luz. El volumen de menor tamaño alberga los aseos y las zonas de despacho, mientras que el volumen mayor acoge las consultas y salas de espera. La comunicación en el interior de estos es de este a oeste. De esta forma, se consigue un sistema organizado y con una densidad de movimientos homogénea.
El proyecto está construido de una manera sostenible y económica, prestando atención a la orientación y a la incidencia solar. Logra situar las zonas de espera en lugares sin luz directa y protege los huecos de las ventanas con mallorquinas en el exterior para controlar la luz y la entrada de aire, aludiendo a la arquitectura popular mediterránea de la zona.
En el cerramiento del edificio se emplea ladrillo Klinker de 10 centímetros de altura, anclado a la estructura mediante el sistema GHAS. El ladrillo es de color tierra, similar al tono de la calima que trae la lluvia de la zona. Por otro lado, la losa del suelo interior es de terrazo del mismo color, y en el suelo exterior se utiliza hormigón pulido.

Ampliación del Centro de Salud de La Carihuela por marinauno. Fotografía por Fernando Alda.

Ampliación del Centro de Salud de La Carihuela por marinauno. Fotografía por Fernando Alda.
Descripción del proyecto por MarinaUno
El progresivo crecimiento de la población en el barrio de La Carihuela, en Torremolinos, hizo necesaria la ampliación de su centro de salud. Esta ampliación se ha ejecutado en el solar trasero del edificio original, anteriormente ocupado por un aparcamiento en superficie.
La nueva edificación se organiza mediante un sistema de bandas paralelas con dirección este-oeste, atravesadas por un eje de comunicación con dirección norte-sur que conecta directamente la entrada del edificio existente con la ampliación. Este generoso corredor se ilumina transversalmente gracias a grandes ventanales situados entre el edificio antiguo y la banda de aseos y despachos, y entre esta y la banda que alberga las consultas y la sala de espera. En la búsqueda de economía que demanda este tipo de edificaciones, el resto de estancias se iluminan mediante la repetición de la misma ventana.

Siguiendo los principios de la arquitectura mediterránea, la ampliación se proyecta en torno a la sombra, protegiendo todos los huecos con mallorquinas frente a la intensa radiación solar característica de nuestras latitudes.
La envolvente cerámica exterior se compone de una fábrica de ladrillo Klinker de 10 cm de altura, anclada a la estructura del edificio mediante el sistema GHAS, que permite tanto la independencia térmica como estructural de la envolvente.

Con el objetivo de reducir al mínimo el mantenimiento, se ha optado por un ladrillo en tonos tierra, cercano al color de la calima que suele acompañar las lluvias en la Costa del Sol. Los suelos interiores se han realizado con losas de terrazo de tonos similares, mientras que en el exterior se han realizado con hormigón pulido.