
Manuel Bouzas realiza una lectura de los restos existentes y su propuesta reinterpreta la ruina, integrada en la topografía de la plaza como muro de contención, una pieza que conserva una geometría simétrica reforzada por una acequia que conecta la fuente con un estanque. Aunque nunca cubierta, su configuración le sugirió un gesto inacabado. El proyecto plantea la incorporación de una bóveda de madera de 6 metros de luz y 18 de longitud que se prolonga en voladizo sobre la entrada. Bajo ella se desarrollan actividades culturales y comunitarias —conciertos, cine, talleres o comidas populares— consolidando un nuevo centro vecinal.
La cubierta fue construida por la carpintería local ArtWorks mediante el sistema Zollinger Lamella, entramado modular de listones de madera que genera una estructura ligera y autoportante. Revestida con paneles de contrachapado y apoyada sobre una subestructura de acero reciclado, se compone de 190 piezas cortadas digitalmente en CNC y ensambladas en segmentos prefabricados. La madera de pino gallego y los paneles CLT de Xilonor, junto al montaje local, redujeron el impacto ambiental. Aunque concebida como temporal, la fuerte apropiación vecinal abre la posibilidad de permanencia.vironmental impact. Although conceived as temporary, the strong community ownership opens the door to a permanent structure.

Atlas por Manuel Bouzas. Fotografía por Luis Diaz Diaz.
Descripción del proyecto por Manuel Bouzas.
En la plaza central de un barrio periférico de Braga, escondida entre muros de piedra y árboles, se conservan las ruinas de una antigua villa. Olvidada y descuidada, esta ruina alberga todavía la fuente de piedra que da nombre al barrio: Fontainhas. Sobre ella descansa una escultura de Atlas, el titán griego condenado a sostener el peso del mundo. Si la fuente dio nombre al barrio, la escultura da nombre al proyecto.
Atlas propone recuperar esta ruina para la comunidad mediante dos acciones: la limpieza y restauración de sus muros, y la instalación de una cubierta ligera que permita acoger, bajo su sombra, las actividades de Braga 25, Capital Portuguesa de la Cultura. Así como Atlas sostiene una bóveda celestial de piedra, la ruina sostiene ahora una bóveda estructural de madera, reivindicando para este lugar marginal el protagonismo que merece.
El proyecto fue diseñado por Manuel Bouzas, con el apoyo de estudiantes de la Universidad de Cornell AAP y de la empresa gallega de paneles CLT Xilonor, y se enmarca en el festival Forma da Vizinhança, comisariado por Space Transcribers para Braga 25. Entre junio y noviembre de 2025, este festival reúne ocho instalaciones urbanas en barrios periféricos de Braga, desarrolladas por equipos emergentes de Portugal, Cabo Verde y España. Su objetivo común es expandir el programa cultural más allá del centro histórico, acercándolo a los barrios que crecieron con mayor rapidez en las últimas décadas del siglo XX y donde resulta más urgente repensar el papel del espacio público en la construcción de comunidades.

Proyecto
Atlas surge del estudio del barrio de las Fontainhas mediante un proceso participativo con sus vecinos. Durante las conversaciones, se identificó una necesidad fundamental: la falta de un espacio de referencia donde reunirse. A esta carencia se sumaba la presencia discreta de la ruina y su fuente, un elemento fundacional que, aunque casi desapercibido, confiere identidad y memoria al lugar. La propuesta era clara: poner en valor un pequeño patrimonio en un entorno que parecía carecer de él.
La ruina se integra en la topografía acentuada de la plaza, funcionando como muro de contención del desnivel que separa el norte del sur del barrio. El acceso se realiza desde dos frentes: por la fachada principal, precedida por un estanque de agua, o por las escalinatas laterales que conectan con la cota superior. Una acequia refuerza la simetría de la ruina, enlazando la fuente con el estanque. Aunque nunca llegó a cubrirse, la geometría de la ruina sugiere un gesto inacabado, como si aguardara ser completado. El proyecto responde a esta intuición incorporando una quinta fachada: una bóveda de madera de 6 metros de luz y 18 de longitud que se prolonga en voladizo sobre la entrada principal subrayando el acceso.

Sistema constructivo
La cubierta fue construida por la carpintería local ArtWorks empleando el sistema Zollinger Lamella, ideado en la Alemania de 1920 por el ingeniero Friedrich Zollinger. Este método consiste en un entramado romboidal de listones de madera planos, ensamblados entre sí mediante pasadores y repetidos de manera modular. El resultado es una estructura autoportante de gran ligereza que, en su tiempo, se popularizó en el norte de Europa y en Latinoamérica para cubrir grandes luces con poco material, aplicándose en hangares, almacenes y cobertizos.
En Braga, la bóveda se reviste con paneles de contrachapado que absorben la curvatura y acentúan el ritmo diagonal, dejando pequeñas ranuras que permiten el paso de luz. Todo el conjunto descansa sobre una subestructura de acero construida con material recuperado del propio taller. Dos perfiles recorren longitudinalmente la bóveda y transmiten las cargas hacia la cornisa de piedra mediante piezas que evocan los tradicionales “sargentos” de carpintería. En la entrada principal, el sistema se apoya en un perfil IPE 240 sostenido por una estructura en forma de “V”, que concentra las cargas sobre un bloque de granito que descansa sobre el estanque. La secuencia completa acompaña así al agua en su recorrido: desde el origen en la fuente hasta su destino en el estanque.
Materialidad
La construcción se realizó íntegramente con recursos y mano de obra locales. ArtWorks, situada a apenas cuarenta kilómetros de Braga, empleó madera de pino gallego transformada en dos paneles CLT por Xilonor, en A Coruña. Las 190 piezas que componen el sistema fueron cortadas digitalmente mediante CNC, ensambladas en taller y divididas en diez segmentos transportables para su montaje in situ. Esta estrategia, combinada con el uso de acero recuperado y la reducción de desplazamientos, permitió una arquitectura de bajo impacto ambiental que aprovecha los recursos y las industrias del territorio.

Comunidad
Desde su inauguración en junio de 2025, Atlas se ha consolidado como un lugar de encuentro para los vecinos del barrio de las Fontainhas. Bajo la sombra rasgada de la bóveda se han celebrado conciertos, sesiones de cine al aire libre, comidas populares, talleres, performances y presentaciones. Aunque el proyecto se concibió inicialmente como una intervención temporal, la acogida vecinal ha abierto la posibilidad de su permanencia.
Forma da Vizinhança
El proyecto se inscribe en el festival Forma da Vizinhança, comisariado por Space Transcribers como parte del programa oficial de Braga 25. Su objetivo es reflexionar críticamente sobre la ciudad contemporánea a través de dos ejes: por un lado, la rápida expansión urbana en democracia durante los últimos cincuenta años; por otro, la transformación del concepto de “vecindad”, hoy influido por redes digitales y modos de vida más-que-humanos.
El festival se apoya en un trabajo previo de escucha comunitaria iniciado en 2024 junto al Echo Colectivo, que permitió identificar retos y aspiraciones en cinco urbanizaciones y tres huertas urbanas de Braga. En 2025, estos espacios acogen las instalaciones temporales de ocho equipos, activadas mediante talleres, paseos, performances o almuerzos compartidos. Al situarse en la periferia, el festival propone un itinerario cultural alternativo que desplaza el foco del centro histórico hacia territorios habitualmente invisibilizados, reivindicando en ellos lugares de encuentro, cuidado y experimentación urbana.