
Lo más llamativo del local de Bauart studio y Arkygra Arquitectos es el acero: un acero reciclado de distintas partes de Andalucía, utilizado en todo el mobiliario, mediante juegos de plegados que homenajean la búsqueda espacial y del vacío planteada en las esculturas de Oteiza. El uso de este acero permite jugar con diferentes texturas y tonos de color. Los detalles propios de los materiales reciclados, como el óxido o la pintura residual, hacen que cada pieza empleada sea única y distinta, creando un espacio continuo y, a la vez, diverso.
Otro elemento clave del proyecto es el control de la luz: amplias ventanas permiten crear un espacio abierto y luminoso que invita a los visitantes a entrar; y la utilización de lamas de acero verticales en otra de sus fachadas facilita la creación de un juego de luces y sombras que ofrece privacidad sin sacrificar la conexión con el exterior. La iluminación artificial ha sido elegida cuidadosamente, de baja intensidad, con la intención de dar protagonismo a la luz natural, que acentúa las características y detalles del acero.

Oteiza One Coffee Shop por Bauart studio, Arkygra Arquitectos. Fotografía por Fernando Schapochnick.
Descripción del proyecto por Bauart studio, Arkygra Arquitectos
El Oteiza One Coffee Shop, situado en el corazón de Granada, es un espacio de tamaño pequeño único que fusiona el pasado con el presente, combinando la arquitectura industrial moderna con la riqueza histórica de la ciudad. Este café, anclado en un edificio del siglo XIX cerca de la icónica catedral de Granada, es un destino tanto para los amantes del café gourmet como para los apreciadores de diseño y sostenibilidad.
El material protagonista del Oteiza One es el acero que en parte ha sido reciclado, seleccionado cuidadosamente de diferentes partes de Andalucía. Este enfoque no solo es estéticamente impactante, sino que también refleja un compromiso con la sostenibilidad y la reutilización de materiales. El acero reciclado se integra en cada rincón del espacio, desde las mesas dobladas que se insertan en el suelo de acero hasta las estructuras que sostienen el techo.

La distribución del café ha sido cuidadosamente diseñada para ofrecer distintas atmósferas. En el lado de Calle Cucharas, el espacio es más abierto y luminoso, invitando a los visitantes a disfrutar de la luz natural y la vista de la calle. Por otro lado, en el lado de Calle Botero, se han dispuesto láminas metálicas de acuerdo con un cálculo matemático modular, creando un juego de luces y sombras que ofrece privacidad sin sacrificar la conexión con el entorno exterior.
El Oteiza One Coffee Shop busca ofrecer una experiencia sensorial completa generando una manera diferente de acercarse al acero que se quiere insertar adaptándose con sensibilidad al contexto histórico del edificio, generando un ambiente acogedor y contemporáneo. Aquí, los visitantes pueden disfrutar de una taza de café mientras se sumergen en el ambiente distintivo del lugar, que celebra la historia y la innovación, todo en una ubicación privilegiada que atrae a turistas y locales por igual.

Las diferentes coloraciones y texturas del acero, especialmente el reciclado utilizado en la decoración no solo son una expresión de la sostenibilidad y la reutilización de materiales, sino también una exploración artística y estética. Se ha querido diferenciar estas variaciones para generar contrastes y fusiones que buscan un equilibrio visual armonioso.
La diversidad de tonos y texturas en el acero proviene de su origen variado en diferentes partes de Andalucía y de sus historias de uso previas. Esto da como resultado una superficie rica en matices y dimensiones que añaden profundidad al espacio. La oxidación natural, los residuos de pintura y las marcas de uso previo aportan un carácter único a cada pieza de acero, transformándolas en elementos decorativos que cuentan una historia.

La iluminación desempeña un papel crucial en la estética del café. Se ha optado por una luz de baja intensidad que permite a la luz natural tomar protagonismo. Esto se ha logrado mediante el diseño de aperturas y láminas metálicas que filtran la luz de manera controlada, creando un ambiente que se vaya descubriendo de forma gradual. La luz natural resalta las variaciones en el acero, realzando sus texturas y coloraciones, y contribuye a la atmósfera relajada y natural del lugar.
En conjunto, la exploración de las diferentes coloraciones y texturas del acero, combinada con una iluminación cuidadosamente pensada, crea un espacio donde la estética y la funcionalidad se unen en armonía. Los visitantes pueden disfrutar de la experiencia visual que ofrece el café, donde cada elemento ha sido seleccionado y diseñado para ofrecer un equilibrio estético y visual que permita generar y potenciar la relajación.