
Reinterpretando la arquitectura existente del barrio, el equipo de Ramón Esteve Estudio ha proyectado una carpintería a medida de hierro negro esmaltado que diluye los límites entre interior y exterior. Para posibilitar un uso flexible de la envolvente, estas ventanas plegables y motorizadas abren completamente la cafetería a la calle.
En el interior, cada pieza de mobiliario fue proyectada siguiendo la dinámica del espacio, facilitando el uso cotidiano tanto de los clientes como del equipo. La propuesta se resume en un ambiente cálido, sobrio y abierto, sin elementos decorativos añadidos, donde cada elemento tiene una razón de ser.

OFF LINE Café de Especialidad por Ramón Esteve Estudio. Fotografía por Alfonso Calza.
Descripción del proyecto por Ramón Esteve Estudio
Situada en el barrio del Carmen, OFF LINE Café se concibe para que el café y su universo sean el centro de toda la experiencia. El proyecto se basa en la esencia y el uso de materiales nobles como la madera de pino, el hierro negro y la cerámica, creando un ambiente cálido, sobrio y abierto, en el que cada elemento tiene una razón de ser.
«Offline» significa desconexión. Este espacio ha sido diseñado para que esa experiencia sea posible, enfatizando lo esencial y permitiendo que el auténtico protagonista sea el propio acto de desconectar.

En esta cafetería, hemos creado un entorno en el que la calidad de los productos y la naturalidad de los procesos marcan la diferencia. La sencillez no implica ausencia de carácter, sino todo lo contrario: cada detalle, desde la selección de los ingredientes hasta la elección de los materiales, responde a una filosofía clara. Utilizamos madera, hierro y cerámica sin disfrazar, con la presencia justa, para acompañar una propuesta gastronómica honesta y bien ejecutada, donde cada café, cada té o cada copa de vino natural se sirve con el mismo cuidado artesanal con el que han sido seleccionados los materiales desnudos que conforman el local.
La carpintería a medida es el eje principal del espacio. Hemos creado una estructura de hierro negro esmaltado que delimita y, al mismo tiempo, conecta el interior y el exterior del local. Estas ventanas plegables, motorizadas, permiten abrir completamente la cafetería a la calle, creando una continuidad visual y física. Además, su diseño permite que funcionen como bancos tanto por dentro como por fuera, fomentando un uso flexible según el momento del día y la afluencia de clientes.

El diseño de la carpintería parte de una reinterpretación de las contraventanas tradicionales del barrio, integrándose con la arquitectura existente mediante una hornacina y manteniendo siempre un lenguaje coherente con el edificio. Los paneles de madera de pino aportan ese tono cálido y tostado que recuerda al propio café, y junto con el hierro y la cerámica generan una atmósfera sencilla pero cuidada. Todo está a la vista y cada material cumple una función concreta: no hay elementos decorativos añadidos, solo los que son necesarios.
Hemos dedicado especial atención al mobiliario. Cada pieza, desde los bancos hasta las mesas y la barra, está diseñada especialmente para esta cafetería, con el fin de encajar con la lógica del espacio y facilitar el día a día tanto de los clientes como con el equipo. El resultado es un conjunto armonioso, cómodo y versátil, en el que nada sobra y todo responde a una necesidad de generar una experiencia sensorial.