Basándose en estudios anteriores y vinculados a un tramo anterior del Riverwalk, el equipo visualizó una conexión peatonal debajo de la agitada ciudad de arriba, llevando a las personas a la orilla del agua para experimentar un momento de respiro y asombro. El proyecto se completó en 2016.
"Este proyecto capitaliza la infraestructura existente, llevando a las personas a la orilla del agua y permitiéndoles caminar a lo largo del río continuamente sin necesidad de moverse hasta el nivel de la calle para cruzar al próximo bloque", dijo Gina Ford, directora de diseño de Sasaki, consultor principal del proyecto. "El resultado final es un diseño ecológicamente sensible que mejora la calidad del agua, mejora las experiencias de los visitantes y sirve como un generador de ingresos para la ciudad".
