La primera vez que conocí el Metro de Washington, de Harry Weese & Associates (Chicago, 1998), que no es ni Subway, ni Underground, sino Metro, fue cuando me invitaron a exponer en el National Building Museum en 1994. Estaba alojado en Alexandria y la mejor manera de llegar al National Building Museum era cogiendo el Metro (en la zona de Alexandria los neoyorquinos lo llamarían Skyway pues es sobre elevado) hasta la estación de Judiciary Square. Incluso las entradas y salida a la línea de metro te hablan de una excelente obra. Me pareció realmente sorprendente por su forma, acabado y estructura. Cuando pocos años después Foster termino su propuesta para Bilbao, siempre recordaba el Metro de Washington. La obra de es uno de esos grandes desconocidos que ahora la AIA acaba de premiar.

Otorgado como reconocimiento al diseño arquitectónico de importancia duradero, el premio de veinticinco años se le da a un proyecto de construcción que haya resistido la prueba del tiempo encarnando la excelencia arquitectónica de 25 a 35 años. Los proyectos deben demostrar excelencia en la función, en su buena ejecución según su programa original, y en los aspectos creativos en relación a los estándares de hoy.

Arquitecto.- Harry Weese & Associates.
Propietario.- Washington Metropolitan Area Transit Authority.
Localización.- Washington D.C.

 

Comentarios del jurado

El llamativo diseño de las estaciones de metro de Washington revolucionó la percepción pública del transporte masivo a mediados y finales del siglo XX. Los diseños de las estaciones se han mantenido muy bien a pesar del considerable crecimiento de población en la región de Washington y las presiones de aceleración en el sistema.

Las estaciones están bien ventiladas y son amplias, evitando las cualidades claustrofóbicas de tantas instalaciones de metro más antiguas en otras ciudades. Son la quintaesencia de lo que hoy mantiene una cierta grandeza propia de la capital del país. Las estaciones originales están ahora - y siempre han estado - en gran parte libre de graffiti y basura, gracias en parte a la planificación cuidadosa por parte de los arquitectos originales - los diseños desalientan activamente la clase de degradaciones que afectan a muchos otros sistemas de transporte masivo.

Las estaciones de metro originales se han convertido en iconos de la arquitectura de Washington, y todo el sistema - a pesar de las recientes controversias sobre la seguridad y la gestión que no están relacionadas con cuestiones de diseño arquitectónico - sigue siendo un motivo de orgullo para los ciudadanos de Washington .

 
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Contraer
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