Las directrices educacionales aplicadas por Mario Cucinella Architects se aplican a la forma y organización interior, materiales y aspectos sensoriales (luz, color, sonido, tacto…) de la guardería. El diseño del edificio también responde a principios de sostenibilidad y economía energética, incluyendo estrategias como el empleo de materiales de bajo impacto medioambiental (marcos de madera) y la captación de agua y energía solar.
Descripción del proyecto por Mario Cucinella Architects
El proyecto del estudio MCA ganó el concurso de arquitectura celebrado en febrero de 2014 para el diseño y construcción de la nueva Escuela del distrito de Guastalla (Reggio Emilia, Italia). El nuevo edificio sustituye a dos escuelas existentes dañadas por el terremoto que afecto al territorio en mayo de 2012 y en él estudiarán hasta 120 niños y niñas entre 0 y 3 años de edad.
El proyecto ha sido pensado para estimular la interacción del niño con el espacio que lo rodea, de acuerdo con una visión de "enseñanza" en la que nada se deja al azar, desde la distribución de las áreas educativas pasando por la elección de los materiales de construcción, hasta la integración del interior y el exterior.
Los elementos arquitectónicos de la nueva guardería de MCA - la forma del interior, su organización, la elección de materiales, todas las percepciones sensoriales relacionadas con la luz, los colores, los sonidos, las sugerencias táctiles - están diseñados teniendo en cuenta la pedagogía y educación relacionadas con el crecimiento del niño.
La estructura consiste en el uso de materiales naturales con bajo impacto ambiental. En concreto, la estructura de los soporte se compone de marcos de madera: un material seguro e ideal para mantener el aislamiento térmico del edificio.
El alto aislamiento, la distribución óptima de las superficies transparentes, el uso de sistemas avanzados para la recogida de aguas pluviales y la inserción de un sistema fotovoltaico en el techo, permitirá minimizar el uso de equipo técnico para satisfacer las necesidades energéticas de la escuela. Así, los niños se ven obligados a descubrir lugares que son complejos y al mismo tiempo familiares, donde pueden desarrollar sus habilidades a través de las características especiales de cada uno. Incluso las áreas de conexión entre las aulas y los laboratorios están diseñadas para ser vividas con curiosidad y placer: a lo largo de la camino hay areas de juego y de relación, nichos donde se puede parar, elementos transparentes que explorar o a través de los que se pueden mirar las actividades de otros niños.
Empezando por señales internas, también se articula el viaje sensorial fuera del edificio, el cual integra los árboles existentes y abarca en su estructura áreas protegidas para las actividades de los niños, educadores y padres.