
La solución planteada por KOTH consiste en un volumen prismático de planta trapezoidal que desarrolla sus usos en dos plantas. En la planta baja existen diferentes espacios comunes, como una pequeña sala de estar, un gimnasio y tres dormitorios. En la planta superior —o primera— hay un gran espacio diáfano con una única sala de estar abierta que combina cocina, salón, espacio de trabajo, dormitorio principal y baño.
Estos se sitúan en torno a la escalera principal de roble, ubicada en un espacio central de doble altura, inundado de luz natural gracias a una gran claraboya superior. En palabras de los arquitectos, se trata de «un espacio multifuncional que evoca el concepto de "espacio de fisura" de Kazuo Shinohara, donde la circulación y el programa se entrelazan».
La vivienda destaca por sus grandes ventanales cuadrados y su característico acabado de fachada con madera pintada de color verde oscuro, acentuado por bandas horizontales de madera, que se integran y camuflan con su entorno. En el interior, se ha apostado también por materiales sobrios, como la madera, para crear un ambiente tranquilo y sencillo.

Casa en Nøtterøy por KOHT. Fotografía por Ruben Ratkusic.
Descripción del proyecto por KOTH
Contexto y emplazamiento
Situada en la cima de una pequeña colina rodeada de árboles, la casa ocupa una parcela compacta en una zona residencial de Kaldnes, Nøtterøy, una pequeña isla frente a la costa de Tønsberg, la ciudad más antigua de Noruega. El terreno se subdividió de una propiedad familiar más grande, lo que permitió que la nueva estructura se integrara estrechamente con la casa principal existente. La compacta planta del edificio responde directamente a las limitaciones físicas del terreno y al presupuesto relativamente modesto, dadas las necesidades de espacio de una familia de cuatro miembros. Si bien la casa presenta un exterior sobrio y discreto, seis grandes ventanales cuadrados insinúan un interior más espacioso.
Organización espacial
La casa está parcialmente integrada en el terreno, con acceso a espacios exteriores tanto en la planta superior como en la inferior. La planta baja alberga tres dormitorios, una sala de estar, un baño y un gimnasio. En la planta superior, la planta principal se despliega como una única sala de estar abierta que combina cocina, salón, espacio de trabajo, dormitorio principal y baño. Las dos plantas están conectadas por una escalera de roble situada en un espacio central de doble altura, inundado de luz natural gracias a una gran claraboya superior. Este vacío vertical funciona como entrada, hueco de escalera, espacio de trabajo, pasillo y sala de estar: un espacio multifuncional que evoca el concepto de "espacio de fisura" de Kazuo Shinohara, donde la circulación y el programa se entrelazan.

Fluidez y flexibilidad
En contraste con la planta baja, organizada de forma compacta, la planta principal se concibe como un espacio fluido y generoso, definido por sutiles umbrales. La planta sigue una lógica circular, delimitada únicamente por cuatro puertas correderas de roble de altura completa, cada una con una altura de techo de 2,65 metros, la máxima que el fabricante pudo suministrar. Los grandes ventanales cuadrados enmarcan las vistas de la ciudad y del cercano Slottsfjellet, a la vez que atraen la mirada hacia el interior, hacia los cambiantes colores estacionales de las copas de los árboles circundantes. Esta relación visual en capas entre lo cercano y lo lejano contribuye a una sensación de intimidad y apertura.
Paleta de materiales
La materialidad juega un papel clave para mantener la continuidad y la calma en toda la casa. El suelo de roble se extiende a la perfección por la planta principal, interrumpido únicamente por los azulejos de piedra caliza del baño. El resto de la paleta interior consiste en superficies pintadas de blanco, aberturas revestidas de roble y cortinas color arena discretamente integradas en los rieles del techo. En la planta baja, el suelo de hormigón pulido, con áridos de origen local, ofrece un contraste sólido y robusto con la cálida materialidad de la planta superior.

Fachada y expresión exterior
El exterior está revestido con revestimiento vertical de madera pintada, acentuado por bandas horizontales de madera que aportan ritmo y escala. El tono verde se eligió para armonizar con el tono verde pastel de la casa principal adyacente. Las ventanas y los tapajuntas están acabados en aluminio anodizado natural, mientras que las puertas exteriores son de roble macizo.
Posteriormente se añadió una escalera de caracol en el lado sureste del edificio, que conecta la planta superior con una amplia terraza en la azotea. Desde aquí se abren amplias vistas hacia la colina Slottsfjellet y la icónica Torre Slottsfjell.