El edificio se construye a partir de materiales nobles como el hormigón y la madera, que le aporta calidez al espacio. La luz es el elemento principal del proyecto, ya que con el paso de las horas y la posición del sol, generan distintos juegos de luces y sombras dentro de la vivienda, dotando al interior de un valor escenográfico de sombras fusionadas con los elementos verticales de protección solar.
Casa en la Jara por Alejandro Ortiz Y Gonzalo Cantos. Fotografía por Alvaro Rodriguez.
Descripción del proyecto por Gonzalo Cantos y Alejandro Ortiz
Proyectada para una joven familia londinense como espacio de vida y trabajo bajo el sol de Cádiz. Una casa que diluye los límites entre el interior y el exterior en la era post pandemia.
La vida cotidiana de la familia fluye a través de un patio porticado y semiabierto que se establece en el corazón de la casa, a modo de caja de resonancia del genius loci de este entorno privilegiado donde el Atlántico, el Guadalquivir y Doñana se funden para regalarnos la luz intensa y cálida de Sanlúcar, especialmente única al final de cada día.
El patio se establece como el corazón al que la casa se abraza para crear su propio imaginario, su propia versión idealizada del lugar donde oler y escuchar el mar, sentir la sal y la brisa de poniente bajo la delicada presencia de un olivo centenario.
Casa en la Jara por Alejandro Ortiz Y Gonzalo Cantos. Fotografía por Alvaro Rodriguez.
La casa incorpora el uso de materiales nobles como el hormigón y la madera que aportan calidez a los espacios. Sus texturas cobran vida a lo largo del día gracias al movimiento cadencioso de la luz, destacando el valor escenográfico de las sombras fusionadas de los elementos verticales de protección solar.
Un jardín de esencia local, con pinceladas tropicales, se suma a la escena buscando el equilibrio y la belleza contrastada entre la geometría construida y las formas orgánicas de la naturaleza.
La casa evidencia el deseo de acompañar a nuestra joven familia londinese en su exilio intermitente pero voluntario de la gran ciudad, a través de una arquitectura de los sentidos.