
El proyecto de Riaño Arquitectos y GCA Architects reconoce el valor del contexto en el que reciben el encargo: un conjunto que inicialmente estaba proyectado como una promoción económica para profesionales liberales, cuya calidad constructiva y el cuidado en los detalles elevaron su estatus a enclave residencial de prestigio. El uso de materiales que podían parecer modestos, como revocos blancos y carpinterías metálicas, no impidió una expresión arquitectónica coherente y avanzada para la época.
Con este contexto, el proyecto se ajusta a la normativa existente que obliga a su posicionamiento adosado al colindante, consiguiendo formar un contraste equilibrado entre el ladrillo existente y el nuevo volumen blanco, una condición formal importante en el proyecto, que asume el reto de recuperar la esencia formal de las construcciones iniciales de la zona, realizando un volumen con revoco blanco como recubrimiento exterior, con la idea de evocar las antiguas viviendas y reinterpretar este referente de una forma contemporánea.
La masa blanca es interrumpida por grandes huecos con ventanales retranqueados que permiten la entrada de luz natural indirecta que ilumina el interior. En el interior de cada vivienda se emplean puertas correderas para la sala de estar y tabiques móviles entre la cocina y el salón, permitiendo la opción de integrar un espacio en otro si se desea. De esta forma, se generan habitaciones flexibles y móviles. Los acabados interiores de madera permiten, dialogando con el tratamiento de la luz, crear un entorno cálido y tranquilo.

Tres viviendas en la Colonia de El Viso por Riaño Arquitectos, GCA Architects. Fotografía por Imagen Subliminal.
Descripción del proyecto por Riaño Arquitectos y GCA Architects
El encargo contemplaba la sustitución de una vivienda unifamiliar construida en 1968, de 641 m² por otro volumen de la misma superficie para alojar tres viviendas.
Se trata de un entorno muy alterado, en el que han desaparecido gran parte de las construcciones que conformaban la colonia histórica, fundada en torno a los años treinta del pasado siglo. Salvo los restos originales, el conjunto no tiene una arquitectura destacable.
La normativa urbanística obliga al adosamiento a la vivienda colindante, volumen intrascendente que en nada tiene que condicionar al nuevo diseño.
Se propone un volumen en revoco blanco, el acabado original de la Colonia de El Viso, que enlace de forma coherente con el vecino y que de alguna manera recupere la tradición que aparece en los planos históricos de la urbanización firmada por los arquitectos, Rafael Bergamín y Luis Blanco-Soler, en 1933.
