Con ello se consigue que la materialidad del proyecto acompañe la propuesta espacial, utilizando pocos materiales, en su mayoría primarios, y también de procedencia local. Este hecho ha sido posible gracias a que la construcción ha contado con industriales y artesanos locales.
Descripción del proyecto por Ripoll Tizón
El encargo consiste en la reforma integral de un local existente para su adecuación como oficina de referencia de la entidad Arquia Banca en la ciudad de Palma de Mallorca.
Ubicado en la esquina de un edificio residencial, se trata de un local con mucho perímetro de fachada que ocupa dos plantas de geometría irregular e idéntica superficie. Sus huecos de fachada vienen dados por el orden estructural del edificio, y su dimensión alargada está en contacto con una acera amplia y arbolada que funciona como una plaza.
La relación con el espacio público es determinante para pensar en la nueva oficina como en una extensión del ámbito de la plaza. Una nueva oficina abierta, con una estrecha relación interior-exterior y concebida como un gran aparador donde el producto expuesto será la propia experiencia bancaria. La actividad, visible desde el exterior, se desarrolla en un único espacio compuesto por diferentes escenas relacionadas entre sí según el gradiente de privacidad y atención requerida para cada una de ellas.
Se realizan, entre otras, las modificaciones estructurales necesarias para unificar el nivel de la planta de acceso con el de la acera exterior e introducir un doble espacio junto a fachada. Este vaciado del local articula los diversos ámbitos de la sucursal, permite que la luz natural llegue a la planta sótano y aloja la nueva escalera que comunica ambos niveles.
Las áreas de programa se distribuyen aprovechando la geometría en forma de L del local y se organizan realizando una transición desde los ámbitos públicos, ubicados junto a la fachada, hasta los privados, que se retranquean de fachada tanto en planta como en sección. Por último, los espacios confidenciales y de almacenamiento se disponen al fondo del local y contra las medianeras.
Para la construcción se ha puesto mucho esfuerzo en contar con industriales y artesanos locales. Se utilizan pocos materiales, en su mayoría primarios, y también de procedencia local.
La materialidad del proyecto acompaña la propuesta espacial. Una secuencia de bóvedas de madera cubre los ámbitos de interrelación con los clientes. Este nuevo techo, además de ocultar los pasos de instalaciones generales del edificio y propias del nuevo local, incorpora con naturalidad la retícula de pilares existentes y genera una atmosfera cálida y acogedora que acompaña la experiencia bancaria. Los paramentos verticales y trasdosados, realizados con entramado ligero, se revisten también de madera natural o tablero de MDF lacado. El pavimento de las áreas de clientes se realiza con baldosas hidráulicas artesanales, rejuntadas con mortero de cemento. En este caso se ha optado por pulir todo el conjunto, dando como resultado un pavimento continuo que reinterpreta los mosaicos tradicionales tan comunes en el centro de la ciudad. Otros elementos, como el mostrador o el mobiliario fijo, se realizan con un terrazo manufacturado de idéntica composición y mezcla que la utilizada en la fabricación del pavimento.