Para la creación de esta nueva plaza, Flexo Arquitectura ha conservado y consolidado el pilar central y la fachada con arco de la calle Ferrilla. El edificio fuera de ordenación y la antigua cubierta de la casa en ruinas se han derribado. Esta nueva plaza se desarrolla ahora como un espacio alargado entre dos calles, que además pretende ser un lugar de estancia y no solo de paso.
La plaza se ha delimitado con un muro temporal hacia el solar de propiedad municipal, pendiente de construcción. La iluminación se ha instalado colgada en tensores para evitar la colocación de farolas. También se han utilizado diferentes tipos de pavimento en función de la preexistencia que se encontrara en cada punto, generando una distinción de espacios suave, que transicionan de uno a otro a lo largo de la plaza. Asimismo, se han plantado árboles y otras especies arbustivas, y se ha colocado un asiento continuo de hormigón.

Ferrilla por Flexo Arquitectura. Fotografía por José Hevia.
Descripción del proyecto por Flexo Arquitectura
El encargo se enmarca en una serie de actuaciones llevadas a cabo por el Ajuntament d’Inca para mejorar la conectividad peatonal en el casco antiguo de la ciudad, para ello, se llevó a cabo la expropiación de una vivienda abandonada y derruida y de un edificio fuera de ordenación para conectar dos barrios, el antiguo call (barrio judío) con un área más activa comercialmente.
La ciudad de Inca mantiene una fisonomía que se repite a lo largo de la isla, calles sin apenas vegetación y unos patios/ vergeles en los interiores de manzana protegidos de un clima duro en invierno y en verano.
De la vivienda y patio que ocupaban este solar quedaban la fachada con arco y alero catalogados y el pilar central de marés que aguantaba una cubierta a dos aguas colapsada desde hacía lustros. Se decide entonces mantener el máximo de elementos de la construcción antigua para potenciar el carácter interior de este nuevo espacio público, se consolidarán pues el pilar de marés, el “lloc comú” (letrina) inserto en la fachada interior, trazas de muros antiguos que evidencian el solapamiento histórico de diferentes construcciones.
Se limita la nueva plaza con un muro temporal hacia el solar de propiedad municipal
pendiente de construcción.
La iluminación propuesta potencia la ambigüedad de carácter de la nueva plaza, con una voluntad doméstica se instalan unos tensores con proyectores colgados para evitar farolas que no son la solución del casco antiguo de calles estrechas.
Las calles que se conectan son la calle Ferrilla con la Calle de l’Om (olmo) así que se planta un olmo como ejercicio de memoria histórica de los olmos que murieron en la plaga que asoló esta especie en la isla, se incorpora vegetación arbustiva y floral adaptada al clima, se plantan dos Ciruelo rojo- Prunus cerasifera Pissardii, ya que es un árbol muy presente en las calles del Call de Inca.
Se ha trabajado con diferentes pavimentos con la voluntad de domesticar el espacio, en el ámbito de la antigua casa se propone un hormigón con restos cerámicos, delimitados con piedra natural y hormigón fratasado con árido visto en el resto.
Se concibe el espacio como lugar de estancia y no sólo de conexión para asegurar un nuevo lugar de reunión de los habitantes del antiguo call, un lugar denso y falto de plazas, para ello se propone un banco- macetero, donde se sitúa el olmo y que resigue el nuevo muro de marés que soluciona el aislamiento térmico del edificio contiguo. La parte superior del edificio de 4 plantas construido en los años 80 se proyecta con mortero con aislamiento térmico, el acabado rugoso que cubre cualquier elemento se ejecuta con una vocación escultórica además de funcional.
El afianzamiento del pilar de marés de 4.5m de altura se realiza con una geometría que rememora la cubierta inclinada colapsada pero con una materialidad nueva, la plantación de trepadoras hará que en un futuro esta estructura acabe cubierta por ellas y potencie la idea de acceder a un patio interior.