
La organización y distribución de las estancias y servicios del proyecto de Anne Carrier Architecture se establece en una sola planta, compuesta por un núcleo central y tres alas que permiten una circulación fluida y la accesibilidad universal. Las ventanas de las alas enmarcan el paisaje para que el usuario pueda disfrutarlo desde el interior.
La madera es la protagonista en el edificio; se emplea tanto en la estructura como en interiores y exteriores. Los postes y vigas de la estructura ligera son los encargados de soportar los paneles del techo y organizar los espacios, que se revisten con distintas técnicas y colores tanto para diferenciar sus usos como para adaptarse a ellos.

«Camp Mercier» por Anne Carrier architecture. Fotografía por Maxime Brouillet.
Descripción del proyecto por Anne Carrier architecture
Durante más de 50 años, y a lo largo de todas las estaciones, el «Camp Mercier» ha sido un vibrante lugar de encuentro, reconocido como uno de los centros de esquí de fondo más importantes de la provincia de Quebec. Situado a 783 metros sobre el nivel del mar y a sólo 45 minutos de la ciudad de Quebec, acoge a aficionados a las actividades al aire libre, investigadores y estudiantes que vienen a observar la vida salvaje.
En 2018, la «Société des établissements de plein air du Québec» (SEPAQ) encargó un estudio del pabellón de recepción existente. El informe concluyó que el edificio había llegado al final de su vida útil. Posteriormente, se encargó a Anne Carrier architecture el diseño de un nuevo pabellón que fuera funcional, duradero y accesible, y que sustituyera al antiguo campamento forestal utilizado actualmente como recepción.

Arquitectura en armonía con la naturaleza
El diseño del pabellón evoca los antiguos campamentos de madera, con su estructura, su volumen sencillo y su tejado de poca pendiente. Las líneas del revestimiento de abeto oscuro, instalado verticalmente, recuerdan las vetas de la madera cortada. El sutil juego de llenos y vacíos de las aberturas de la envolvente de madera del edificio crea sombras dinámicas, que cambian a lo largo del día en respuesta a la trayectoria del sol.
Las grandes ventanas están estratégicamente situadas para enmarcar las vistas del paisaje y el exterior, aprovechando al máximo la luz solar y creando sinergias entre las actividades interiores y exteriores. El contraste entre el revestimiento oscuro y las aberturas claras refuerzan la expresión arquitectónica del pabellón, inspirándose en los contrastes entre la corteza y el núcleo de un árbol. Combinando modernidad y tradición, el planteamiento refleja la cultura arquitectónica de Quebec, en armonía con la naturaleza, adaptada a los cambios estacionales e inspirada en nuestros antepasados.

Optimizar el uso de la madera
La madera, un material noble y versátil, se utiliza para la estructura, el revestimiento exterior, las paredes interiores y el mobiliario. Las diferentes necesidades espaciales exigían distintos tipos de sistemas de construcción en madera: un sistema de postes y vigas permite grandes luces en zonas muy acristaladas, mientras que los espacios semiexteriores, como el almacén de madera, tienen un sistema de revestimiento calado que garantiza la ventilación natural. En los espacios más cerrados, un sistema ligero de entramado de madera se reviste con madera de origen local.
Se seleccionó un tinte oscuro para las superficies de madera expuestas por su durabilidad, mientras que se aplicó un tinte claro a las superficies de madera cubiertas, resaltando la entrada y guiando a los visitantes. Un techo con paneles de madera envuelve de calidez las zonas de contemplación, a la vez que acompaña a los visitantes en un recorrido fluido por las actividades y el paisaje del lugar.
Este magistral uso de la madera le valió al proyecto el Premio Cecobois 2025 a la Excelencia en la categoría de «Edificio Institucional». El jurado lo describió como «una obra notable que se basa en un enfoque holístico. Desde su integración en el paisaje hasta los detalles de construcción, la madera está omnipresente, y cada parte encuentra su lugar en un conjunto muy cohesionado. El uso de la madera y los sistemas estructurales ligeros se combinan con habilidad y pertinencia. El resultado es un proyecto armonioso, de líneas claras, finamente elaborado tanto en su relación con el lugar como en su ambiente interior».

Un nuevo pabellón para las necesidades de hoy, y enraizado en su contexto
El paisaje circundante se integra perfectamente en el pabellón, con terraplenes de vegetación que permiten deslizarse en invierno y un anfiteatro natural con zonas de descanso y hogueras al aire libre. Se prestó especial atención a las necesidades de los aficionados al esquí, que son los principales usuarios del lugar. Por ello, el nuevo pabellón se construyó más cerca de las pistas de esquí y se orientó para proteger mejor de los vientos dominantes y maximizar la exposición a la luz solar.
La disposición del edificio en una sola planta permite la accesibilidad universal, al tiempo que minimiza la contaminación acústica procedente de la carretera cercana. El pabellón se integra en el paisaje de las montañas Laurentian, y su eficiente organización de espacios habitables y servicios en tres alas con un núcleo central optimiza la circulación y la fluidez operativa, al tiempo que ofrece una experiencia renovada a los visitantes durante todo el año.
El nuevo «Camp Mercier» encarna una visión que combina tradición y modernidad, reflejada a través de sus nuevas funciones al tiempo que permanece en armonía con la naturaleza y la historia del lugar. A través de su expresión arquitectónica discreta pero distintiva, el nuevo pabellón multidisciplinar forma parte de una visión sostenible y a largo plazo para este lugar emblemático. Más que un simple centro de recepción, se ha convertido en un núcleo para nuevos encuentros y experiencias, con la comodidad de los usuarios y la armonía de la naturaleza en el centro de su diseño.