El teatro tiene planta cuadrada y su programa se organiza alrededor de un vestíbulo central, coronado con un gran lucernario. El vestíbulo se puede ampliar deslizando la pared divisoria. En torno a este centro se organiza el programa, diseñado para que la actividad pública no cese con la apertura del teatro.
La torre de teatro confiere al edificio una silueta exterior característica. La fachada de ladrillo se compone de piedras blancas esmaltadas y mate en un patrón que se coloca sobre los volúmenes y, según las condiciones climáticas, se ilumina suave o brillante.
Descripción del proyecto por TRANS architectuur I stedenbouw & V +
El Leietheater "da un paso al costado". El edificio juega un papel clave en la definición del espacio público y en hacer visible nuevamente el patrimonio de Deinze. TRANS V + propuso un sitio alternativo al cliente durante la fase de concurso. Este movimiento crea un gran parque que se extiende hasta el río Leie. Además, el teatro se colocó sobre importantes ejes visuales y así se hizo presente en la ciudad. El Museo van Deinze en de Leiestreek, que se había adentrado en el espacio abierto del antiguo Leiearm, está enmarcado y es una vez más el corazón cultural de Deinze.
El parque fue diseñado por Marie-Josée van Hee architecten y conecta el teatro a lo largo del Centro Administrativo, diseñado por los arquitectos Tony Fretton, con la plaza central en Leiebocht. Aquí es también donde aparece la Stedelijke Academie, un lugar donde se capacita a los jóvenes talentos y posiblemente encuentran su camino de regreso al escenario en el Leietheater.
En planta cuadrada, los componentes del programa se organizan alrededor de un vestíbulo central con un lucernario monumental. El vestíbulo se puede ampliar deslizando la pared divisoria con la sala multifuncional ausente. Con un café en la esquina, el edificio activa el dominio público en un lugar donde de lo contrario, después del horario de apertura del teatro, se produciría una pausa en la dinámica urbana. El gran auditorio con su torre de teatro confiere al edificio una silueta característica. El vestido de ladrillo se compone de piedras blancas esmaltadas y mate en un patrón que se coloca sobre la pila de volúmenes y, según las condiciones climáticas, se ilumina suave o brillante. Un gesto silencioso para Emiel Claus.