
El proyecto de Arkís arkitektar, presta especial atención, en su desarrollo, al medio ambiente para conseguir que el impacto ambiental de su construcción sea mínimo, reduciendo los residuos. En su interior se llevan a cabo actividades culturales, educativas y recreativas. La «proa» del edificio contiene una sala de exposiciones y un restaurante. Además, el edificio cuenta con conexiones y caminos adecuados para facilitar el acceso de peatones y ciclistas, y se conecta con el parque circundante.
La edificación se encuentra en una zona propensa a los terremotos, por lo que la estructura se ha reforzado para soportar estas fuerzas, sobre todo en los voladizos existentes. Además, los materiales empleados cuentan con la certificación BREEAM, como la madera, que posee un certificado FSC, lo que garantiza una procedencia responsable y trazabilidad en su producción. Las partes exteriores están recubiertas de la misma madera. Los materiales escogidos para cada elemento no requieren de un gran mantenimiento, lo que promueve la sostenibilidad y también aumenta la seguridad.

Centro de visitantes de Hellisandur por Arkís arkitektar. Fotografía por Karl Vilhjálmsson.
Descripción del proyecto por Arkís arkitektar
El edificio
El diseño del Centro de Visitantes del Parque Nacional de Snæfellsjökull en Hellissandur ganó el primer premio de un concurso abierto en 2006. Hellisandur es un pequeño pueblo pesquero de la península de Snæfellsnes, al oeste de Islandia. La construcción comenzó en 2020 y finalizó en 2022. El edificio se diseñó y construyó íntegramente conforme a la norma internacional de certificación BREEAM, haciendo hincapié en los materiales respetuosos con el medio ambiente y la minimización de residuos. El Centro de Visitantes es más que un edificio, es también un sendero, un mirador, un vibrante centro de cultura y naturaleza. La forma y el uso del edificio se inspiran en la fauna, la cultura y el paisaje, y pretenden reforzar las experiencias de los visitantes durante su estancia.

Jökulhöfði - Cabo Glacial
A diferencia de los ojos humanos, los ojos de las ballenas están situados a cada lado de la cabeza, lo que proporciona al animal dos perspectivas diferentes de su entorno, en lugar de la perspectiva única que tienen la mayoría de las personas y otros animales. Tanto si el ojo humano se encuentra dentro de Cabo Glacial como en sus inmediaciones, puede esperar que la percepción ordinaria del ojo le proporcione otras experiencias distintas de las habituales. Cabo Glacial no domina su entorno, sino que se funde con él. Su presencia es fácilmente visible desde la carretera principal, pero desde allí nadie lo percibe plenamente. Nada más llegar se perciben los diferentes matices que crea el edificio en su interacción con la naturaleza. El sendero, desde el aparcamiento hasta el edificio, divide un mar de lava alrededor del Cabo, por lo que la línea de visión es limitada al principio. A medida que uno se acerca, el Cabo se revela gradualmente a sí mismo y a su entorno inmediato. Allí se revela un crisol de actividades culturales, educativas y recreativas. Un crisol que el Cabo pretende fomentar. Saliendo del mar de lava, la ruta continúa hacia el Cabo, donde la vista es ininterrumpida hacia el glaciar, la tierra y el mar.
El concepto de diseño se inspira en la naturaleza circundante y los dos elementos formales del edificio se han denominado Cabo Glaciar y Espina de Pez.

La proa del barco
Uno de los principales objetivos al diseñar el edificio en este lugar era que se construyera con la menor perturbación posible y que diera la sensación de haber aterrizado allí completamente formado, sin ninguna perturbación. Para lograrlo, el diseño incluyó una parte del edificio que se eleva sobre el borde del campo de lava. Esto exigía un nuevo enfoque del diseño de edificios en una zona propensa a los terremotos, que plantea grandes exigencias al sistema estructural, especialmente cuando se trata de estructuras en voladizo, que son todo un reto.
La «proa» del edificio, inspirada en la parte delantera de un barco, contiene una sala de exposiciones y un restaurante.
El camino
Un sendero atraviesa el centro, permitiendo a los visitantes caminar directamente por el edificio de un lado a otro. Unas escaleras a ambos lados del edificio conducen a la plataforma de observación de la azotea, que ofrece vistas panorámicas del glaciar Snæfellsjökull y del pueblo de Hellisandur.

Certificación BREEAM
El Centro de Visitantes del Parque Nacional se diseñó y construyó íntegramente conforme a la norma internacional de certificación BREEAM, que hace hincapié en la sostenibilidad y la responsabilidad medioambiental. Se utilizaron materiales respetuosos con el medio ambiente y se minimizaron, midieron y controlaron cuidadosamente todos los residuos de la construcción. También se impusieron estrictos requisitos medioambientales al contratista durante toda la duración del proyecto. Toda la madera utilizada en el edificio cuenta con la certificación FSC, lo que garantiza su origen responsable y su trazabilidad a lo largo de todo el proceso de producción.
Mejorar el medio ambiente
BREEAM también aborda la conexión entre la construcción y factores sociales más amplios, como el entorno local, el transporte y las soluciones innovadoras que mejoran la calidad y la sostenibilidad de los edificios. El Centro de Visitantes del Parque Nacional refleja estos principios con senderos bien desarrollados para peatones y ciclistas que conectan el centro con el parque circundante. El edificio es accesible desde ambos lados, con un sendero que atraviesa directamente su centro, integrando perfectamente el acceso peatonal en el diseño.

Dos tipos de revestimiento de madera
Las paredes exteriores del edificio están revestidas con dos tipos diferentes de revestimiento de madera: en la parte Jökulhöfði, hay revestimiento horizontal de madera y en la parte Fishbone del edificio, revestimiento vertical de madera.
Métodos respetuosos con el medio ambiente
Todo el proceso de construcción y funcionamiento sigue prácticas respetuosas con el medio ambiente, haciendo especial hincapié en la sostenibilidad. Todos los materiales se seleccionaron cuidadosamente por sus bajos requisitos de mantenimiento, lo que elimina la necesidad de mantenimiento exterior y permite la exposición natural a la intemperie sin comprometer la durabilidad.