La exposición ha tenido que superar los problemas derivados de la combinación de su carácter internacional y las coyunturas devenidas del COVID. El primer proyecto se realizó en plena pandemia, por lo que la exposición tuvo que enfrentarse a problemas de apertura de fronteras y a cambios en las condiciones que se establecieron en las relaciones internacionales a partir del COVID. Toda esta problemática llevó hasta una modificación y adaptación del proyecto en todo el proceso, tanto de ideación como de ejecución.
Dos comisarios: dos líneas de exposición = una única escenografía
En este proyecto ha habido fundamentalmente dos líneas curatoriales: por un lado, el curador chino Ningbin Hou, que estableció una narrativa de carácter histórico y arqueológico y, por otro lado, Marcos Martinón, cuya curadoría ha imprimido una gran carga científica y didáctica al proyecto, con un discurso que parte de la arqueología experimental y del laboratorio hasta el visitante, a través de un hilo argumental llevado a las estaciones «Zoom» a través de soportes digitales, video mapping, maquetas, etc.
La exposición y su escenografía arquitectónica
La exposición que narra la unificación de China bajo el liderazgo del emperador Qin, se ubica en el espacio de exposiciones temporales del MARQ de Alicante. Este espacio se compone de tres salas y un pasillo que hace las veces de antesala e introducción a cada sala expositiva, a partir de un gran lienzo de textil gráfico que contextualiza la información que se puede visitar en cada una.
El Legado de las Dinastías Qin y Han, Los Guerreros de Xi’an por Rocamora. Fotografía cortesía del estudio.
Sala 1
«La Guerra»: Un océano embravecido de farolillos negros en una sala asimétrica, con una escultura a tamaño real del emperador a caballo, velado tras una tela y mapeado por un audiovisual bélico.
En la primera sala se pone en valor, a nivel histórico-cronológico, el periodo de entreguerras. En este momento de la historia, China todavía no existe como una gran nación única, sino que está formada por diferentes territorios. Se trata de un momento convulso y de inestabilidad política y territorial, representada en la ruptura de la simetría en el mobiliario y las vitrinas expositivas.
La museografía de esta sala representa al emperador conquistador y guerrero, por lo que las piezas principales son las correspondientes a la panoplia del guerrero a caballo, con todas las armas y la armadura, junto con una imponente escultura de este emperador guerrero protagonista.
La escultura se encuentra velada tras unas telas cuidadosamente seleccionadas, donde la traslucidez que tamiza la visión directa de la escultura del emperador Qin nos regala la sensación de las sombras chinas, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Este recurso, a su vez, evoca el gesto de prohibición, de «no poder mirar a los ojos al emperador ni escuchar su voz» tal y como cuentan las crónicas.
La parte superior de la sala simula un oleaje en movimiento, a partir de una capa de farolillos negros, de material ingrávido y ligero, de movimiento sutil. El color negro en la cultura china es un color neutro, que simboliza el cielo norte y occidental, un color que representa la inmortalidad, el conocimiento, la estabilidad y el poder, teñido aquí con una luz roja que enfatiza la sensación de convulsión e inestabilidad, de violencia.
El Legado de las Dinastías Qin y Han, Los Guerreros de Xi’an por Rocamora. Fotografía cortesía del estudio.
Sala 2
«El Emperador Qin»: Una sala simétrica, bajo una estructura arquitectónica con una falsa perspectiva fugada y paredes de papiros, que representa la estabilidad del nuevo país.
La segunda sala representa históricamente el país unificado, la nueva China, bajo un mismo poder, una misma moneda, pesos y medidas, escritura, etc. Un periodo que representa esta estabilidad a partir de la colección arqueológica que expone, y de un emperador gobernando como una escultura en el centro de la sala, en un ambiente simétrico, palaciego y solemne. De nuevo, la escultura velada nos trae sombras chinescas y salvaguarda la prohibición de la visión directa al emperador.
La caligrafía a partir de brocha ritual con tinta, dispuesta en el perímetro de la sala, evoca lo ceremonial, en un soporte que recuerda y simula el papel de arroz, material orgánico original. La parte superior emula unos elementos geométricos y una colorimetría de la arquitectura China tradicional, a través de un entrelazado ortogonal piramidal de estructura de madera.
Finalmente, un espacio de didáctica y científico donde se recupera la pigmentación original, hoy perdida, de las esculturas de los guerreros y los procesos de pintado a partir de la aplicación de video mapping, además de unas piezas táctiles realizadas en impresión 3D y maquetas de explicativas de cómo era el proceso de construcción de un guerrero de terracota.
El Legado de las Dinastías Qin y Han, Los Guerreros de Xi’an por Rocamora. Fotografía cortesía del estudio.
Sala 3
La sala de los GUERREROS DE TERRACOTA
En esta sala, la disposición de las esculturas colonizando el espacio en las vitrinas cilíndricas permiten al visitante sentirse dentro de la tumba del emperador, experiencia inmersiva donde los guerreros te rodean, con un espejo en el techo que provoca, en su reflejo, que el visitante se visualice integrado en el grupo de esculturas, como uno más.
Esta exposición es la primera en la que los guerreros puedes observarse en 360 grados y de cerca, y donde se puede apreciar cada detalle desde todas las perspectivas, para así descubrir que cada guerrero tiene la cara de la persona a la que representaba, por tanto, que cada escultura tiene una cara diferente.
Después de la contemplación de los guerreros, el visitante pasa en la siguiente zona de la exposición a un espacio de carácter social, de recuperación de la memoria y de los nombres de algunos trabajadores que moldearon a estos guerreros de terracota. En este espacio se relaciona los 12 nombres de estos trabajadores como parte de un homenaje a su esfuerzo y un reconocimiento a su sufrimiento, que hicieron posible esta obra colosal.
Exposición de cierre para conectar con la China del presente y futuro
Un último espacio expositivo, en la Biblioteca del MARQ, donde la exposición se cierra con una instalación artística que habla de la cultura China actual, de las remanencias culturales de su pasado ancestral y su vínculo con la China de hoy, la “China contemporánea”, para poder acerca historia, pasado, presente y futuro a través de la memoria, de la arqueología y ese paso decidido hacia la multiculturalidad y la internacionalización del país.
El Legado de las Dinastías Qin y Han, Los Guerreros de Xi’an por Rocamora. Fotografía cortesía del estudio.
Didáctica y Accesibilidad mediante elementos de impresión 3D
La exposición alberga 14 estaciones científicas digitales para implementación de la información. Además, existen estaciones táctiles, con reproducciones de piezas en impresión 3D para interpretación volumétrica. Los contenidos de la exposición están disponibles en braille y en signoguía.
Exposición sostenible y respetuosa con el medio ambiente
Todos los materiales empleados para la construcción y realización de la arquitectura museográfica son reciclables 100%; además, un 23% de las instalaciones son en régimen de alquiler, lo que reduce el gasto de producción.
Toda la arquitectura museográfica compuesta por tablero de madera o fibra de madera es libre de formaldehido. Cabe señalar también que la gráfica dispuesta en textiles impresos se ha producido utilizando tintas eco-solventes, es decir, que no liberan compuestos orgánicos volátiles hacia la atmósfera y los líquidos usados en su composición son 100% biodegradables.
Además, el proyecto incorpora prácticas sostenibles al planificar el reciclaje de vidrios en futuras exposiciones, demostrando un compromiso con la responsabilidad ambiental.
Técnicas arquitectónicas para una exposición inmersiva
Cada sala contiene un olor diseñado específicamente por ambiente y espacio expositivo, que facilita la experiencia inmersiva. También se han añadido hasta cinco piezas musicales, compuestas y realizadas por el compositor Luis Ivars, que dotan de contexto sonoro, interpretadas mediante instrumentos musicales tradicionales.
El recorrido dispone de espacios de descanso y otros espacios pensados para la interpretación, para ganar fluidez, estabilidad y comodidad a cada grupo de público visitante.
En la tercera sala, que alberga la exposición de los Guerreros de Terracota, la disposición de las esculturas en vitrinas cilíndricas es fundamental para crear una experiencia inmersiva.
El Legado de las Dinastías Qin y Han, Los Guerreros de Xi’an por Rocamora. Fotografía cortesía del estudio.
Se diseñaron las estructuras de soporte para asegurar la estabilidad y seguridad de las piezas expuestas, utilizando materiales resistentes y ligeros para minimizar el impacto visual y resaltar la visibilidad desde cualquier perspectiva.
En cada sala se han trabajado los falsos techos de manera que se proporcione al visitante una visita totalmente inmersiva
En la primera sala, el falso techo simula un oleaje en movimiento mediante farolillos negros teñidos con luz roja.. La estructura de sujeción de estos farolillos se diseñó para asegurar un movimiento sutil y armonioso, utilizando materiales ligeros y técnicas de suspensión que lograran una apariencia de ingravidez. Se implementó una subestructura metálica que cubre completamente el espacio, con líneas de cable, suspendiendo los farolillos a diversas alturas para lograr un efecto de movimiento.
El desafío arquitectónico y estético se evidencia en el techo de la sala 2, donde vigas de EPS pintadas de rojo simulan un entramado de madera. La estructura de soporte para estas vigas fue concebida para lograr un movimiento sutil y armonioso, utilizando materiales livianos y técnicas de suspensión que proporcionaran una apariencia de ingravidez.
Los espejos del techo de la sala 3, fueron seleccionados para ofrecer una reflexión clara e imparcial, integrando a los visitantes con las esculturas y permitiéndoles apreciar detalles desde perspectivas inusuales. La estrategia arquitectónica de crear espacios reflexivos contribuye a sumergir al público en la tumba del emperador.
Destaca el juego de espejos en el ábside de la sala 3, donde se utiliza un vidrio espía para evitar reflejos de los visitantes. En la parte posterior, se incorpora un espejo inclinado que genera un sorprendente efecto de repetición «infinita».