La catedral de Nuestra Señora (en francés, Cathédrale Notre-Dame), se sitúa en la pequeña isla de la Cité, rodeada por las aguas del río Sena. Es uno de los monumentos más populares de la capital francesa, visitado por 30.000 personas al día.
Patrimonio de la Humanidad (incluido en el ámbito de «Riberas del Sena en París», n.º ref. 660, en la 15.ª sesión) (1991).

Se trata de uno de los edificios más importantes levantados en estilo gótico (por un lado, reminiscencias del románico normando, con su fuerte y compacta unidad, por otro lado, el ya innovador aprovechamiento de las evoluciones arquitectónicas del gótico), cuya construcción comenzó en el año 1163 y terminandose en 1345, aunque la estructura principal se había terminado hacia 1260. Fueron varios los arquitectos que participaron en el proyecto, esclareciendo este factor las diferencias estilísticas presentes en el edificio. Entre sus principales características constructivas se encuentra el uso innovador de la bóveda de crucería y del arbotante.

En 1793, durante la Revolución francesa, más elementos de la catedral fueron destruidos y muchos de sus tesoros robados, acabando el espacio en sí por servir de almacén para alimentos. En 1804 Napoleón Bonaparte se corona a sí mismo emperador en la catedral.

La catedral de planta crucíforme con 5 naves y doble deambulatorio, ha sido modificada en numerosas ocasiones desde entonces, entre otros, Eugène Viollet-le-Duc realizó un proyecto de restauración que comenzó en 1845 y se alargó durante un cuarto de siglo. En 1871, con el corto ascenso de la Comuna de París, la catedral se vuelve nuevamente telón de fondo de las revueltas sociales, durante las cuales sufrio un conato de incendio. Asimismo, en 1963 se procedió a limpiar de hollín la fachada y se recuperó su color original. Entre 1991 y 2000 se llevó a cabo una nueva campaña de limpieza y restauración.

Tras el incendio de ayer, el edificio ha sufrido sus mayores daños a causa de un incendio, en el momento en el que se estaban realizando obras de restauración; La estructura se ha salvado aunque los daños son numerosos. La cubierta colapsó por completo, la aguja central cayó y los rosetones han quedado dañados.

La "leyenda" de Notre Dame y su fama mundial, comienza el 16 de marzo de 1831 con la publicación del libro de Victor Hugo, Nuestra Señora de París. Obra que supone un antes y un después para la catedral. La trama del libro es la siguiente:
 
En lo alto de la catedral de Notre Dame, oculto de las miradas de todos los ciudadanos de París, vive Quasimodo. Su tutor, el juez Frollo, no le permite que baje del campanario. Quasimodo pasa sus días acompañado de sus tres amigas gárgolas de piedra, Victor, Hugo y Laverne, observando el bullicio de las calles de París.
 
Un día decide salir de la catedral a escondidas y conoce a la bella gitana Esmeralda, con la que vivirá su mayor aventura. Así comenzaba la "leyenda" de Notre Dame, el 16 de marzo de 1831 con la publicación del libro de Victor Hugo, Nuestra Señora de París.

"Todavía hoy la iglesia de Nuestra Señora de París continúa siendo un sublime y majestuoso monumento" 

Nuestra Señora de Paris de Victor Hugo. Capítulo "Nuestra señora".

Curiosamente el autor impulsó la restauración de la catedral, gracias a su libro. En julio de 1845, se votó una ley para restaurar la catedral, y elevo la fama de la catedral por todo el mundo. Ayer la catedral ardía, y Victor Hugo predijo de alguna manera esto, citando en el prólogo de su libro, Nuestra Señora de París: "Las mutilaciones le vienen de todas partes, tanto desde dentro como de fuera", lamentaba. "Quizás la iglesia misma desaparezca pronto de la faz de la tierra", profetizaba.

Desde la aparición de su obra, el mundo entero imagina que la catedral está habitada por los fantasmas de Esmeralda, el jorobado Quasimodo o Frollo.

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