
La propuesta de Alventosa Morell Arquitectes busca que, desde su espacio central, el interior se prolongue hacia el exterior mediante espacios intermedios, entre lo verde y lo artificial, a través de pérgolas que crean pasillos y recorridos híbridos, funcionando como refugio climático y generando una conexión amable entre los espacios.
La vivienda busca la sencillez constructiva, levantándose con muros de carga de ladrillo, pavimento de hormigón y techos abovedados. Estos materiales permiten que la vivienda sea totalmente eficiente, gracias a los gruesos muros de ladrillo, de gran inercia térmica, que adecúan la vivienda a las condiciones propias del invierno y, a la vez, facilitan la ventilación desde su núcleo central durante el verano. Esto permite lograr un gran confort térmico interior, con una respuesta funcional ajustada, y facilita un entorno ergonómico y amable en términos térmicos.

Casa GJ por Alventosa Morell Arquitectes. Fotografía por José Hevia.
Descripción del proyecto por Alventosa Morell Arquitectes
Una joven pareja tuvo la oportunidad de construir su primera casa en una parcela que formaba parte de otra mayor propiedad de su familia. Nuestra propuesta de diseño se centra en un plan modular que se adapta al entorno, ofreciendo intimidad, un excelente control climático y espacios de vida dinámicos.
Matadepera es una tranquila ciudad suburbana al pie de las montañas en Catalunya. La parcela de 600 m2 en la esquina de la manzana era llana y orientada al sur, con algunos árboles, y dos casas unifamiliares a ambos lados de la parcela. Los clientes querían una casa con espacios compartidos pero sin renunciar a la intimidad, además de que sean flexibles que pudieran adaptarse a las necesidades futuras.

Teniendo esto en cuenta, diseñamos la casa como nueve módulos estructurales idénticos dispuestos en un eje escalonado este-oeste. Esta estrategia nos permitió adaptar la casa a los árboles existentes, abrir el mayor número posible de habitaciones al sur y mantener la intimidad con los edificios vecinos.
La flexibilidad de los módulos y las múltiples conexiones entre ellos permiten vivir la casa como un espacio único o como partes separadas. La disposición escalonada realza las relaciones visuales en todas direcciones, creando una sensación de amplitud y una fuerte conexión con el jardín. En el centro de la casa, el módulo central se eleva sobre el resto para aumentar la captación solar en invierno y mejorar la ventilación cruzada en verano.

La construcción es sencilla, con muros de carga de ladrillo, pavimento de hormigón y techos abovedados. Nuestro objetivo era crear un edificio con una gran masa térmica, lo que, combinado con una elevada captación solar en invierno y una buena ventilación en verano, garantiza unas condiciones óptimas de confort térmico durante todo el año.
La casa está conectada al jardín a través de las pérgolas vegetales, que repiten la retícula estructural, creando espacios exteriores que funcionan como refugios climáticos y fomentan la interacción de la familia con la naturaleza del entorno.