Conocí a Lluís Comerón hace años, en 2011, con motivo del concurso de la revista Quaderns al que me invitó como jurado, realizando un ejercicio de debate, reflexión y apertura, que eran reflejo de un talante abierto, consensuador y de entusiasmo por la arquitectura que le caracterizó siempre.
Sobre su extensa trayectoria y logros merece la pena destacar su trabajo por el reconocimiento de la Arquitectura como bien de interés general, apoyando el desarrollo de la Ley de Calidad de la Arquitectura, aprobada como proyecto de Ley en Consejo de Ministros y actualmente en tramitación parlamentaria.
Ayer vi las imágenes que Ana Amado le había realizado, y recordé su imagen real, más cercana, su sonrisa de complicidad, de entusiasmo y su inmensa capacidad de trabajo. Llamé a Ana y coincidimos en que la mejor manera de recordarle era mostrar estos retratos, la imagen de una persona a la que le costaba relacionarse con la cámara.
Todos los días publicaba en su cuenta de twitter una imagen del amanecer, de ilusión por lo que está por venir.
Sobre su extensa trayectoria y logros merece la pena destacar su trabajo por el reconocimiento de la Arquitectura como bien de interés general, apoyando el desarrollo de la Ley de Calidad de la Arquitectura, aprobada como proyecto de Ley en Consejo de Ministros y actualmente en tramitación parlamentaria.
Ayer vi las imágenes que Ana Amado le había realizado, y recordé su imagen real, más cercana, su sonrisa de complicidad, de entusiasmo y su inmensa capacidad de trabajo. Llamé a Ana y coincidimos en que la mejor manera de recordarle era mostrar estos retratos, la imagen de una persona a la que le costaba relacionarse con la cámara.
Todos los días publicaba en su cuenta de twitter una imagen del amanecer, de ilusión por lo que está por venir.