
Siguiendo el planteamiento mostrado durante La Biennale di Venezia 2025, pihlmann architects aprovecha cada elemento del edificio original para convertirlo en un centro para personas con discapacidad. Las losas inclinadas forman escaleras, las fachadas se transforman en el nuevo pavimento y las puertas se convierten en el mobiliario del edificio. Al final, se reutiliza el 95 % del material de la antigua fábrica, sirviendo tanto para los espacios físicos como para la experimentación.
El nuevo programa del centro incluye un centro comunitario con galerías, talleres, escenarios, estudios, cafetería y espacios de trabajo. Durante el proceso de modificación, varios elementos reflejan el cambio de época y de funciones. El nuevo centro se presenta como un cambio en la arquitectura: por un lado, aparecen componentes existentes del edificio original y, por otro, se manifiesta una nueva función dentro de un contexto reescrito. Al final, se presenta un edificio que se reconoce y se revitaliza dentro de un marco cíclico conformado por la estructura.
Thoravej 29 por pihlmann architects. Fotografía por Hampus Berndtson.
Descripción del proyecto por pihlmann architects
Losas se inclinan formando escaleras, fachadas se transforman en pavimento y puertas se transforman en mobiliario: cada elemento se aprovecha cuando una antigua fábrica, posteriormente un centro para personas con discapacidad, se reutiliza. Cada capa de la estructura, incluidas las tradicionalmente consideradas insignificantes, se considera un activo, culminando con la reutilización del 95% del material dentro del propio edificio, sirviendo tanto como espacio físico como para experimentación.
El proyecto se lleva a cabo en Thoravej 29, al noroeste de Copenhague, una zona en pleno proceso de renovación urbana como parte del desarrollo policéntrico de la ciudad, marcado por cambios socioeconómicos. El edificio ejemplificaba las características genéricas de la arquitectura industrial de la década de 1960.

A lo largo de la transformación, diversos componentes reflejan el cambio de época, funciones y expectativas. Se presentan como un pentimento arquitectónico; por un lado, parecen reconocibles gracias a la elaboración de componentes existentes. Por otro lado, se crean sinergias inesperadas cuando los elementos aparecen en una nueva constelación y funcionan dentro de un contexto reescrito.
Como resultado, surge una arquitectura informal, marcada por la sustracción en lugar de la adición, que revela ecos de sus orígenes. El patrimonio arquitectónico del edificio se reconoce intuitivamente y se revitaliza dentro de un marco cíclico constituido por la propia estructura.