«Traces» por Balsa.Crosetto.Piazzi y Giorgis Ortiz es un espacio que utiliza 10.000 ladrillos apilados en seco, que adopta una forma larga y baja, trazando la silueta de los «Great Buildings». La obra invita a la reflexión sobre la ambición y el diseño teatral de la Feria, creando espacios sin muros y una masa sin permanencia. Tras la Bienal, los ladrillos se reutilizarán, sin dejar residuos, solo el recuerdo de la experiencia.
La obra posee un mensaje claro con intención de fondo, reflejando la permanencia desde lo temporal. La obra utiliza técnicas utilizadas para simular la permanencia, pintura en aerosol blanca y yeso aplicados a estructuras temporales para asemejar la arquitectura neoclásica.

Traces por Balsa Crosetto Piazzi y Giorgis Ortiz. Fotografía por Marcos Guiponi.
Descripción del proyecto por Balsa.Crosetto.Piazzi y Giorgis Ortiz
TRACES es un nuevo espacio colectivo en Jackson Park, construido con 10.000 ladrillos apilados en seco. Ubicado en el sitio de la Exposición Mundial de Chicago de 1893, el proyecto reflexiona sobre la escala monumental de la exposición y las técnicas utilizadas para simular la permanencia: pintura en aerosol blanca y yeso aplicados a estructuras temporales para asemejar la arquitectura neoclásica. Estos edificios nunca fueron concebidos para durar; funcionaban como escenografías dentro del espectáculo de la feria.
La instalación adopta la forma de una larga y baja línea de ladrillos que traza la huella de los Great Buildings, aquellos centrales en la feria de 1893. Al emplear un material duradero como el ladrillo de manera impermanente y sin unir, TRACES ofrece una silenciosa crítica a los cambiantes valores arquitectónicos: del espectáculo a la sustancia, de la permanencia como ilusión a la impermanencia como intención.
TRACES es a la vez una reconstrucción curada de lo que se perdió y un marco para lo que podría venir, un espacio colectivo configurado no por la nostalgia, sino por la presencia, activado nuevamente durante el evento arquitectónico de este siglo: la Bienal.