Blaising Borchardt Studio proyectó este monumento que evoca tanto el espíritu de aquella tragedia como la historia de los acontecimientos que la provocaron. Los Railes de la Memoria, una obra arquitectónica impactante y conmovedora, es mucho más que un simple monumento conmemorativo: es un puente entre el pasado y el futuro, y un lugar donde se materializa la memoria de las víctimas de la Shoá, garantizando su permanencia.
El resultado es un monumento de una potencia impactante, donde 1.173 metros de railes de acero entrelazados son la base para recordar aquella historia trágica: la de los 1.173 kilómetros que separan Lyon del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau.

Los Raíles de la Memoria por Blaising Borchardt Studio. Fotografía por François Baudry.
Cada detalle de Los Railes de la Memoria está pensado para evocar lo inconcebible. Los materiales utilizados (railes, traviesas de madera y balasto) son auténticos, procedentes de las vías del ferrocarril, lo que aporta una mayor crudeza expresiva al horror de la deportación. Estos elementos, tanto reales como simbólicos, crean una conexión tangible con el pasado, invitando a los visitantes a sentir, tocar y recordar.
Sin embargo, este monumento conmemorativo va más allá de rendir homenaje a los seis millones de víctimas judías de la Shoá, 6.100 de las cuales fueron deportadas desde la región de Ródano-Alpes. También pretende ser una herramienta educativa para las generaciones futuras. Bancos equipados con códigos QR ofrecen a los visitantes acceso inmediato a información sobre la asociación y el propósito de este lugar.

Los Raíles de la Memoria por Blaising Borchardt Studio. Fotografía por François Baudry.
De esta manera, Los Railes de la Memoria va más allá de recordar el pasado: encarna una promesa: la de no olvidar jamás. Se convierte en un hito esencial de la memoria colectiva, un lugar donde la historia cobra vida y donde el silencio de los railes habla más que las palabras.