A todo el conjunto se la da una imagen homogenéa conectando las naves con una cubierta y creando una luz interior suave. Se conecta con el entorno mediante la proyección de una plaza y un banco lineal con vistas a la bahía.
Descripción del proyecto por Fernández-Abascal & Muruzábal y GFA2
Propuesta ganadora para la rehabilitación de las naves antiguas de Gamazo en el puerto de Santander. El proyecto proporciona unos nuevos espacios expositivos para la Fundación Enaire en este privilegiado lugar.
El edificio actual es el resultado de una superposición de proyectos, la nave inicial de Jesús Grinda y Forner, diversas reformas menores y la ampliación y transformación estilística de los años 50. La propuesta, consiste en añadir un estrato más a esta superposición de intervenciones. Se propone recuperar el espacio interior de las naves, especialmente el de la nave antigua, con sus proporciones, su estructura ritmada y la luz cenital. Se conserva el volumen y la forma de las naves con pequeñas intervenciones, que sugieren los cambios programáticos introducidos. Se organiza el programa disponiendo el vestíbulo en el hastial oeste y liberando la nave sur como gran espacio expositivo.
En la nave norte, además del vestíbulo, se localiza el núcleo de comunicaciones, los servicios, las instalaciones, los almacenes y un espacio expositivo menor conectado a la sala grande; en el altillo se crea un espacio polivalente, oficinas, aulas, talleres… Se sanea y se restaura la estructura, los muros y las cerchas; los muros se trasdosan al interior y se enjalbegan al exterior. Se cubren las naves con una cubierta unitaria que proporciona luz difusa creando una atmósfera de museo. Se cierran todos los huecos y se abren intencionadamente unas aperturas superpuestas: dos interiores, conectando y articulando el vestíbulo, la sala grande y la pequeña; y tres en el exterior, de la misma dimensión, el que define el acceso bajo la marquesina, otro en la fachada sur de la sala grande abierto a la bahía y otro en el hastial este, en la sala menor, con vistas a la bocana que sirve de acceso de servicio. Los espacios neutros, bien iluminados y dotados tecnológicamente, permitirán mostrar la obra de la Fundación y otras exposiciones temporales, facilitando el relato de los comisarios. El tratamiento de las fachadas y los nuevos huecos permiten observar los restos de todas las intervenciones. El diseño planteado y las instalaciones contribuyen a conseguir la eficiencia funcional y energética del nuevo espacio de exposición, su conservación y la reducción de su impacto ambiental.
La propuesta se extiende al exterior definiendo un espacio de acceso con la marquesina, el muro existente que se cubre de vegetación y flores y el letrero de la Fundación Enaire. Frente a la nave se crea una plaza que se suma a los espacios de ocio del entorno. Se ajusta el vial para mejorar la relación del edificio con la calzada. Se pavimenta un plano de losas de piedra caliza de Escobedo, de la misma cantera que el cierre del dique. Se dispone un banco lineal, próximo a la fachada, orientado al sur y con vistas a la Bahía y Peñacabarga. Se interrumpe la piedra para crear dos parterres de arbustos con flor, donde se disponen esculturas de la colección, que se podrían extender por el área de Gamazo.