Para el desarrollo del conjunto de viviendas colectivas, Vivas Arquitectos y Pau Vidal proponen una serie de tipologías de viviendas flexibles de doble orientación, que se acceden mediante pasarelas exteriores. En sintonía con estrategias pasivas de acondicionamiento, la doble orientación mejora la ventilación cruzada y el aprovechamiento de la luz del sol.
Esta intervención se presenta como un modelo clave para fomentar la conectividad, la inclusividad y la pertenencia. En ese sentido, las amplias zonas comunes y las pasarelas de conexión actúan como espacios de transición entre la vivienda privada y el espacio público, posibilitando el encuentro entre vecinos. Este umbral habitable transforma la experiencia de acceso al hogar en un evento climáticamente eficiente y socialmente activo.
67 Viviendas sociales en la Illa Glòries por Vivas Arquitectos + Pau Vidal. Fotografía por José Hevia.
Descripción del proyecto por Vivas Arquitectos + Pau Vidal
Contexto urbano
La Plaça de les Glòries Catalanes ocupa una posición estratégica en el entramado urbano de Barcelona, actuando como punto de confluencia de tres de sus principales arterias: la Gran Via, la Avinguda Diagonal y la Avinguda Meridiana. Cada una de ellas aporta condiciones urbanas diferenciadas: la Gran Via conecta con el litoral de levante y apuesta por una movilidad que reduce la presencia del tráfico rodado; la Diagonal estructura el Eixample, articulando la conexión entre el mar y las zonas altas de la ciudad; mientras que la Meridiana transforma su carácter urbano precisamente al llegar a Glòries. A este nodo también accede la histórica carretera de Ribes, pensada como un eje cívico que refuerza la movilidad peatonal y ciclista, conectando barrios y equipamientos en continuidad con la calle del Clot.
En este contexto urbano se inserta la Illa Glòries, situada dentro del ámbito de la «Superilla» delimitada por Consell de Cent, Castillejos, Bolívia e Independència. El conjunto, regulado por el Pla Especial de Millora Urbana (PEMU), se compone de cuatro edificios (A, B, C y D) y representa la mayor promoción de vivienda social en la ciudad, con un total de 238 viviendas. El Edificio C, con 67 unidades, forma parte de esta intervención clave para fomentar un modelo urbano más inclusivo, sostenible y conectado.
Edificio C
La propuesta para el Edificio C se fundamenta en criterios de flexibilidad tipológica, sostenibilidad ambiental y cohesión social. Las viviendas presentan una tipología de doble orientación, accesibles desde pasarelas exteriores que comunican con un patio interior. Esta disposición no solo mejora la ventilación cruzada y el aprovechamiento solar, sino que también facilita la adaptación del edificio a diferentes alturas y condiciones del entorno inmediato. A partir de la quinta planta, la ausencia del bloque B permite reorientar las viviendas hacia el sur y trasladar las pasarelas a la fachada norte, optimizando vistas y soleamiento.
El edificio refuerza la dimensión comunitaria mediante amplias zonas comunes y pasarelas de conexión, que no solo sirven como elementos de circulación, sino que también actúan como espacios de transición entre la vivienda privada y el espacio público. Estas pasarelas permiten una experiencia de acceso más gradual, propiciando el encuentro entre vecinos y fomentando el sentido de comunidad. Para mejorar la iluminación y ventilación natural del patio, el volumen edificado se interrumpe estratégicamente mediante terrazas y galerías pasantes, articuladas con cortes verticales y carpinterías móviles que otorgan permeabilidad al conjunto.
Las galerías de acceso, concebidas como espacios intermedios, reinterpretan el piso colectivo como una vivienda unifamiliar en altura. Situadas en el umbral entre el espacio doméstico y la calle, estas galerías aportan beneficios funcionales, sociales y climáticos. Actúan como filtros térmicos y lumínicos, adaptándose al ciclo estacional: abiertas y ventiladas en verano, colaboran en la refrigeración natural; cerradas en invierno, capturan calor mediante el efecto invernadero, mejorando el confort térmico sin recurrir a sistemas mecánicos. Además, extienden el uso doméstico hacia el exterior, enriqueciendo la calidad espacial de la vivienda. Este umbral habitable transforma el acceso en una experiencia climáticamente eficiente y socialmente activa, reforzando la autonomía del hogar dentro del marco de una estructura colectiva.
Desde una perspectiva compositiva, el edificio se estructura en franjas horizontales -planta baja, pasarelas, espacios comunitarios, cornisa y aberturas verticales- en contraste con la verticalidad de los vacíos interiores, generando un diálogo formal con el resto del conjunto arquitectónico. La solución constructiva apuesta por una fachada en seco de alto grado de preindustrialización, minimizando el impacto ambiental. La estructura
se resuelve con forjados y pilares de hormigón armado. El edificio cuenta con una planta sótano destinada a aparcamiento, planta baja y nueve niveles con siete viviendas por planta, además de dos niveles adicionales en fachada a Gran Via, alcanzando un total de once plantas. El diseño incorpora sistemas de energía renovable, como aerotermia centralizada y paneles fotovoltaicos en cubierta, garantizando elevados estándares de eficiencia energética y un funcionamiento próximo al consumo casi nulo (NZEB).
