Las fachadas abstractas y discretas, con algunas aberturas precisas, crean una cierta continuidad pero también un cierto contraste con el edificio existente, permitiendo un diálogo entre los dos estilos arquitectónicos. De esta manera el nuevo edificio agrega valor al edificio existente resolviendo la relación entre el museo y el pequeño desarrollo vecino.
Museo de Arte de Gotemburgo por Barozzi Veiga. Visualización por Filippo Bolognese Images.
Descripción del proyecto por Barozzi Veiga
Barozzi Veiga, en colaboración con los arquitectos locales Hermansson Hiller Lundberg Arkitekter y el arquitecto paisajista Peter Korn, ganó el concurso para la renovación y ampliación del Göteborgs Konstmuseum.
Toda la intervención gira en torno a la idea de una relación respetuosa y complementaria con el museo existente. La ampliación está proyectada como un zócalo alargado frente a la fachada sur del edificio histórico.
El nuevo volumen se percibe como un complemento al edificio histórico, pero también como un elemento con carácter propio que, frente a los rasgos institucionales y clásicos del segundo, destaca por su contraste geométrico con la naturaleza existente. Destacando las rocas características e integrándolas en la composición de las fachadas, la extensión se arraiga en el sitio, apareciendo como un pedestal medio enterrado surgido del suelo.
Museo de Arte de Gotemburgo por Barozzi Veiga. Visualización por Filippo Bolognese Images.
La propuesta compone un conjunto sensible a las características específicas del lugar, que agrega valor al edificio existente y que, desde el punto de vista urbano, resuelve la relación entre el museo y el pequeño desarrollo vecino. La geometría de la ampliación se deriva de la composición del museo existente y de su ubicación urbana. El nuevo edificio mantiene y refuerza la geometría axial central del conjunto y sigue las líneas predeterminadas por el museo y el plan urbanístico.
Las fachadas abstractas y discretas, con algunas aberturas precisas, crean una cierta continuidad pero también un cierto contraste con el edificio existente, permitiendo un diálogo entre los dos estilos arquitectónicos.
Museo de Arte de Gotemburgo por Barozzi Veiga. Visualización por Filippo Bolognese Images.
El proyecto propone una organización funcional y racional en términos de arte, flujos de visitantes y áreas de seguridad. La distribución de los diferentes usos crea un proyecto compacto y flexible que evita una organización demasiado vertical de los espacios públicos y le confiere un carácter más exterior.
En un nuevo nivel público principal, el espacio entre el edificio histórico y la ampliación constituye la plaza pública central del museo alrededor de la cual se organizan todos los espacios de exposición. En este espacio intersticial y luminoso, caracterizado por la luz natural, se puede captar la relación entre lo antiguo y lo nuevo.