El proyecto de SOA Architects propone un edificio con 44 viviendas y una sala de ventas con el objetivo de que estas fueran funcionales, adaptables y de bajo mantenimiento. La distribución es flexible y está pensada para las personas que lo habitan: la tienda, situada en la planta baja, se caracteriza por tener un gran ventanal que da a la calle y pocos elementos estructurales, lo que genera mayor amplitud y luminosidad.
En la primera planta, las zonas comunes son acogedoras y, aunque de pequeñas dimensiones, bien tratadas pues cuentan con luz y ventilación natural para un programa que cuenta con espacios como lavandería, almacén, cocina, salón y comedor, donde es fácil que los vecinos se encuentren y conozcan. En los pisos superiores, hay nueve viviendas por planta organizadas en torno a una circulación central con luz natural. Generalmente, los baños se ubican alrededor de la zona de circulación, lo que permite que las zonas de estar se distribuyan a lo largo de la fachada. Todos los apartamentos disponen de baño y armario empotrado.

Emmaüs Clignancourt por SOA Architectes. Fotografía por Charles Bouchaib.
Las piedras empleadas en la fachada son de Île-de-France. Se mantiene la lógica haussmaniana de muro de piedra portante en la fachada que da a la calle y muro de piedra corrida, ladrillo y yeso. La estructura interior está formada por un entramado de vigas y pilares de madera con forjados CLT de 13 cm de espesor. Para el aislamiento, se emplearon materiales biológicos, como lana de madera y cáñamo, con revoco de cal.
Para la azotea, se sustituye la tradicional cubierta de zinc por una cubierta plana con un ajardinamiento específicamente dedicado a la biodiversidad. La arquitectura de vigas entrecruzadas, parcialmente rellenas con tierra vegetal común, permitirá que un gran número de especies vegetales y pequeños organismos que anidan allí prosperen.

Emmaüs Clignancourt por SOA Architectes. Fotografía por Charles Bouchaib.