“No podemos seguir diseñando ciudades y edificios como si nada hubiera pasado” dice Guallart, "En los últimos tiempos están ocurriendo fenómenos de escala mundial que nos obligan a repensarlo todo. Nuestras propuestas nacen de la necesidad de aportar soluciones a las diversas crisis que está viviendo nuestro planeta”
El conjunto está pensado para generar alimentos, energía y también objetos de uso diario a partir de una mini industria digital equipada con impresoras de 3D situadas en sus plantas bajas. Asimismo, todos los edificios de viviendas están cubiertos por invernaderos que permiten producir alimentos para el consumo diario y utilizan sus cubiertas inclinadas para producir energía.
Vista aérea de la ciudad, propuesta ganadora del concurso ©Guallart Architects
Todas las viviendas cuentan con una amplia terraza orientada al sur, que actúa como un regulador térmico, y es además un espacio fundamental en periodos de confinamiento y que permiten jugar y descansar. Asimismo, las viviendas están preparadas para tener espacios de teletrabajo y están conectadas con redes 5G, creando redes sociales de escala de barrio para el intercambio de recursos.
El conjunto de las cuatro manzanas está construido con edificios de madera siguiendo principios de la nueva bioeconomía circular y en ellos se mezclan viviendas, residencias de gente joven y mayores, oficinas, una piscina pública, tiendas, un mercado, guardería, un centro administrativo y un parque de bomberos.
Visualización de la ciudad, propuesta ganadora del concurso ©Guallart Architects
Tal como manifiesta el arquitecto “desarrollamos este proyecto durante el confinamiento, cuando todo el equipo trabajaba desde sus casas y decidimos incluir todos aquellos aspectos que podrían hacer nuestra vida mejor, de forma que se pudiera definir un nuevo estándar a aplicar en China, en España o en cualquier pais del mundo”. Por tanto, son edificios que se enfrentan a la crisis por la vida y por el clima al mismo tiempo.